por Jerome CARTILLIER con Charlotte PLANTIVE en Washington
“No amenacé a nadie, no presioné, nada”. Con estas palabras el presidente estadounidense Donald Trump rechazó este miércoles cualquier irregularidad en una conversación que mantuvo con su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski, a quien le pidió investigar a su rival político Joe Biden.
La transcripción de esa charla, que muestra “un abuso impactante” según los demócratas, ha puesto al mandatario republicano bajo la amenaza de un procedimiento de destitución.
“Cuando miran la información, es una broma. ¿Un ‘impeachment’ por eso?”, respondió este miércoles Trump en una conferencia de prensa en Nueva York al margen de la Asamblea General de la ONU.
La transcripción se conoció este miércoles, un día después de que la oposición demócrata en el Congreso aprovechara la información sobre esa llamada para lanzar un proceso de juicio político contra Trump.
Según la transcripción de la llamada del 25 de julio, Trump le pidió a Zelenski “mirar” señalamientos de supuesta corrupción contra uno de los hijos de Biden, principal candidato demócrata a las elecciones de 2020.
“Se habla mucho del hijo de Biden, que Biden detuvo la investigación y muchas personas quieren saber sobre eso”, dijo Trump a Zelenski. “Biden se jactaba de haber detenido la investigación así que si puedes mirar eso”, añadió.
Analistas señalaron que la transcripción usa puntos suspensivos -denotando palabras o pasajes enteros que faltan- en tres ocasiones, todas cuando Trump hace solicitudes a Zelenski. Otros indicaron que se suponía que debía resumir una llamada de 30 minutos, pero lo que transcribe dura unos 12 minutos.
Tras la divulgación, Trump aseguró que no ejerció “la más mínima presión” sobre Ucrania. También dijo que todo era parte de una “crisis fabricada” en “la mayor caza de brujas en la historia de Estados Unidos”.
Zelenski lo respaldó este miércoles al calificar la llamada como “normal”.
“Tuvimos una buena conversación telefónica, normal. (…) Nadie me presionó”, aseguró junto a Trump, recalcando que no quiere verse involucrado en las elecciones estadounidenses.
Hunter Biden fue miembro desde 2014 hasta 2019 del comité de monitoreo del grupo de gas ucraniano Burisma, perteneciente a un oligarca prorruso de dudosa reputación.
– “Jefe de la mafia” –
Pero los demócratas dijeron que la transcripción “refleja inequívocamente un abuso impactante y condenatorio de la función presidencial para beneficio político personal”.
“Así es como habla un jefe de la mafia”, dijo el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, sobre Trump.
A 400 días de las elecciones presidenciales, los demócratas lanzaron la primera etapa hacia un juicio político, un procedimiento inusual con pocas chances de terminar en una destitución, pero que arroja una sombra sobre la campaña de reelección del mandatario.
Ellos sospechan que Trump congeló la ayuda de casi 400 millones de dólares a Kiev para obligar al presidente ucraniano a ayudarlo. En el intercambio entre los dos hombres, Trump no menciona esta ayuda.
Por su parte, los congresistas demócratas buscan concretar una audiencia con el denunciante, un miembro de la comunidad de inteligencia, que generó el escándalo.
Este miércoles por la noche, un grupo acotado de congresistas tuvo acceso a este documento a puertas cerradas.
“Es obvio que hay muchas cosas muy problemáticas allí”, dijo el senador republicano Ben Sasse al salir.
Los congresistas escucharán el jueves al director de inteligencia nacional, Joseph Maguire, quien inicialmente se negó a transmitir el informe escrito por ese agente.
– Efecto “positivo” –
El objetivo demócrata es reunir la mayor cantidad de información posible para sustentar un juicio político antes de proceder a la votación en la Cámara de Representantes.
Dada la mayoría demócrata en esa cámara, es probable que Trump sea acusado, algo que solo le sucedió a dos de sus predecesores: los demócratas Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998. Ambos fueron absueltos.
Luego, sería el Senado, con una mayoría republicana aún leal a Trump, el que realizaría el juicio político y votaría si lo destituye o no. Los demócratas deberían convencer a 20 senadores republicanos para lograr la destitución, algo que luce poco probable.
Sin embargo, el republicano moderado Mitt Romney aseguró el miércoles que el intercambio entre Trump y Zelenski era “profundamente preocupante”.
En tanto, el proceso podría volverse contra los demócratas y Trump dijo el martes que tendría un efecto “positivo” en su campaña.
Esa posibilidad había mostrado hasta el momento a la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, reacia a recurrir a este proceso.
La hábil estratega de 79 años temía que los votantes sancionaran en 2020 a un partido que pasa demasiado tiempo centrado en el presidente en lugar de hablar sobre los temas importantes, como economía y salud.