Por : Felipe Tascón
Los fragmentos de videos que la “inteligencia” o más bien el espía informático duquista le ha suministrado a su tocaya Vicky, evidencian la ilegalidad de un gobierno espiando a una fuerza política legal. Además, nos muestran inmersos en un conflicto -por ahora verbal- donde ambas partes aplican “El Arte de la Guerra”. Por más que Nieto y Dávila se rasguen las vestiduras con lo dicho en los videos, lo único evidente es el espionaje oficial a reuniones de estrategia de las candidaturas de oposición.
Toda estrategia política se basa en analizar debilidades y fortalezas del contrincante, y así ver cómo se le gana, y eso es lo que en los vídeos expresan Barreras y Guanumen. Hace 25 siglos Sun Tzu escribió que “El agua puede utilizarse para dividir a un ejército enemigo, de manera que su fuerza se desuna y la tuya se fortalezca”, entonces definía la utilidad de atacar cuando la fuerza contraria está en medio del cruce de un río, para así dividirla y aprovechar su debilidad. En el conflicto electoral colombiano del 2022 cuando Roy habla de la necesidad de desmontar la amenaza electoral de uno de los precandidatos, claramente aplica aquello de dividir las fuerzas enemigas mientras se fortalecen las propias, en palabras del general chino “siempre que vayas a atacar y a combatir, debes conocer primero los talentos de los servidores del enemigo, y así puedes enfrentarte a ellos según sus capacidades”.
El mismo hecho de develar estos videos que datan de seis meses es muestra de otra aplicación de “El Arte de la Guerra”. El gobierno ilegalmente está usando armas de espionaje institucional para sesgar las elecciones contra la opción opositora que consideran enemigo interno. Desde palacio se aplica otra máxima de Sun Tzu: “conocer la situación del enemigo no es posible sin el espionaje”.
El cuándo se divulgan los vídeos, el momento en que sondeos y encuestas prevén el triunfo progresista por estrecho margen, muestra que el régimen también usa “El Arte de la Guerra” para perpetuarse en el poder a través del supuesto outsider. El sentido de divulgar ahora es dividir las fuerzas progresistas exacerbando escrúpulos éticos, así hoy, una parte de la población votante se cuestiona el argumento aquel de “El fin justifica los medios”, ya que les inducen que el fin dejó de ser el cambio y solo les interesa el poder. Para esto, ¿qué mejor que darle el protagónico a alguien que tiene una vieja historia de prácticas clientelistas en los partidos tradicionales?
En noviembre pasado, un líder campesino me preguntaba cómo era posible que al Pacto Histórico estuvieran llegando personajes que habían pasado por el uribismo. Le contesté que, en el 2010 en las últimas encuestas de su gobierno, Uribe tenía una aceptación del 85%, así para nosotros llegar a la mitad +1 -por aritmética simple- debíamos acoger como mínimo un 35% de esos antiguos uribistas.
En este orden de ideas, vale recordar a Lincoln. Lo que reseñan el filme de Spilberg del 2012 y el libro de Doris Kearns en que se basó la película, es que Abraham Lincoln tuvo que comprar los votos de al menos, 20 congresistas para conseguir la mayoría y aprobar la XIII enmienda con la cual, la abolición de la esclavitud alcanzó rango constitucional. Es decir, que el paradigma ético del siglo XIX en Estados Unidos, un hito político de trascendencia global llegó al mundo envuelto en cohecho parlamentario y corrupción. Por eso, ante la coyuntura de la preservación del régimen narco y oligárquico a través de su actual candidato psicópata, me reafirmo en que el cambio justifica los medios.
También, es claro que la divulgación de los vídeos le sirve al régimen para sembrar dudas dos días antes de la última encuesta publicable, y en un entorno donde persiste el fantasma del fraude. Abundan ejemplos de merma para Petro en el registro de los votos del E14 al E24, y al contrario, de crecimiento para RH.
No debe quedarnos duda: estamos tratando con bandidos que, igual que en el plebiscito por la paz y las elecciones del 2018, le metieron mano electrónica al conteo y al escrutinio, eso pasó el 13 de marzo y volvió a pasar el 29 de mayo. Manipularon cifras para presentar un techo falso de 8 millones de votos.
Hay quienes consideran que este fraude se origina en la misma “inteligencia” palaciega. Por esto, si no tomamos medidas, volvería a pasar el 19 de junio. La auditoría del software electoral es básica para salvar este proyecto político. Los procedimientos y sus posibles ejecutores existen. Lo único claro es que el blindaje no puede ser un monitoreo posterior, necesita ser en tiempo real y ligado a un abundante equipo de juristas de reclamaciones.
Puente Rojo, 10 de junio de 2022