Por Urías Velásquez @uriasv.
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) nuevamente sorprende con sus explosivas propuestas económicas sin sustento en la teoría económico pero con las que siempre consigue engatusar incautos, entre esos -cómo no- al gobierno nacional –no tan incauto… pero si muy afín a las instituciones financieras-.
Esta vez son dos las andanadas de la ANIF contra del trabajador:
—eliminar de las Cajas de Compensación
—Y eliminar los intereses que los empleadores deben pagar por retener las cesantías de sus trabajadores.
Y, nuevamente, la excusa es crear empleo y disminuir el desempleo. Sin embargo, esta razón económica no solo tiene profundos problemas teóricos que discutiremos en detalle en este artículo, sino que, además, ha mostrado ser absolutamente falsa en el pasado.
El problema fundamental se da cuando se supone –como lo hace la Anif- que el empresario al tener más dinero disponible producirá más para vender más, y, como consecuencia del aumento de la producción, creará más empleo. Esto, por supuesto, es imposible de probar.
En primer lugar porque nada nos garantiza que el empresario invertirá más dinero en su negocio o ¿acaso no existen otras opciones de inversión mejores? ¿No le resultará mejor al empresario diversificar sus inversiones? ¿Acaso no es sumamente fácil, hoy en día, depositar el dinero disponible en un fondo de inversión con capacidad de movimiento mundial? ¿No hay otras economías más fuertes y rentables como la economía de la India, Corea del Sur o La China –solo por mencionar algunas-?
En segundo lugar porque –y esto lo sabe todo el mundo –menos, claro, los señores de la ANIF- la capacidad instalada de producción en Colombia está subutilizada. Así que en muchos casos basta con “proveer más insumos” para que las maquinas produzcan más con la misma mano de obra disponible.
En tercer lugar porque –y esta es la principal razón- en Colombia la demanda de bienes en inferior, preocupantemente inferior, de tal manera que el problema no es producir más sino a quien vender esa producción adicional. Circunstancia que, por lo demás, se ha visto agudizada por el sinnúmero de tratados comerciales inequitativos que el país ha firmado y los cuales permiten que con muy bajos precios los productos de otros países inunden el mercado nacional. -¡Qué exporten!, sugerirán los cínicos… pero ¿a dónde? ¿No somos los colombianos un país atrasado en términos de tecnología? ¿Acaso podemos competir de tú a tú con los Chinos?
No señores, acabar con las pequeñeces que aún le quedan al trabajador – tal y como los son las cajas de compensación y los intereses sobre las cesantías- solo aumentará el caudal de dinero de los patrocinadores de la Anif, dinero con el que –cómo no- esas instituciones contratarán más tecnología, más softwares y más maquinas extranjeras para que hagan los trabajos de aquellos a los que gracias a estas reformas van despedir.