El presidente de Colombia, Gustavo Petro, planteó este 4 de octubre de 2024 la posibilidad de declarar una situación de desastre en Bogotá para enfrentar la crisis de agua que atraviesa la ciudad. El mandatario subrayó la urgencia de tomar medidas inmediatas debido a los bajos niveles del embalse de Chingaza, una de las principales fuentes de agua de la capital.
Petro advirtió que las lluvias actuales no serán suficientes para restablecer los niveles normales del embalse antes de la próxima temporada de sequía, prevista para enero de 2025. “Bogotá hoy es la ciudad más grande del mundo que se queda sin agua”, señaló el presidente, alertando sobre la magnitud del problema.
Entre las medidas propuestas, Petro sugirió unificar los presupuestos nacionales, distritales y municipales, así como involucrar a las comunidades locales y asociaciones de edificios en la implementación de sistemas permanentes de recolección de aguas lluvias. Estos sistemas se utilizarían para tareas que no requieren agua potable, como la limpieza del hogar.
El mandatario también mencionó la necesidad de medidas a corto y largo plazo. A corto plazo, propuso alargar la vida útil del embalse de Chingaza mediante alianzas con la ciudadanía organizada. A largo plazo, subrayó la importancia de revitalizar la selva amazónica, controlar la expansión urbanística y mejorar el estado del río Bogotá para garantizar un suministro de agua sostenible en el futuro.
La propuesta de Petro busca afrontar la crisis hídrica de manera estructural, coordinando esfuerzos entre el Gobierno, la Alcaldía de Bogotá y la ciudadanía para mitigar los efectos del cambio climático en el abastecimiento de agua.