Según los registros del Sistema Integrado de Matrícula (Simat), un total de 341,417 niños y adolescentes abandonaron sus estudios en el último año. Ante esta cifra alarmante, la Procuraduría ha pedido al Ministerio de Educación que formule acciones urgentes para garantizar la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo.
Además, se ha solicitado a la ministra Figueroa que presente un informe detallado sobre la tasa de deserción escolar en los últimos tres años, desglosada por niveles educativos y entidades territoriales. El objetivo es identificar las causas que están contribuyendo al aumento en las cifras de deserción.
El Ministerio público también ha requerido al Ministerio de Educación que informe sobre las acciones que el Gobierno nacional está implementando para brindar apoyo a las entidades con los mayores índices de deserción. El objetivo es identificar y abordar los factores que están ocasionando esta situación lo más pronto posible.
Según datos proporcionados por el Ministerio, entre noviembre de 2022 y mayo de 2023, un total de 473,786 niños y jóvenes han abandonado las instituciones educativas, en comparación con un promedio de 330,000 en los años 2021 y 2022. El informe también destaca que el departamento más afectado es Putumayo, con una tasa de deserción del 8.11%, seguido por Arauca, Guainía y Caquetá. Además, las ciudades principales como Bogotá, Medellín, Soledad (Atlántico) y Cali también presentan altos índices de abandono escolar.
Factores como el orden público y la situación de seguridad han contribuido al aumento en los porcentajes de deserción, impactando negativamente a las instituciones educativas y a los procesos académicos de los estudiantes.
El viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, Óscar Sánchez Jaramillo, ha explicado que este fenómeno tiene múltiples causas, entre las que se encuentran el conflicto armado y la desigualdad en el acceso a la educación. También ha criticado a las entidades gubernamentales por no velar adecuadamente por el bienestar de las instalaciones educativas.
En ese sentido, es fundamental abordar las causas subyacentes a través de una acción coordinada y efectiva para frenar el aumento de la deserción y garantizar un futuro educativo sólido para todos los estudiantes en Colombia.