El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, de 89 años, ha anunciado su decisión de abandonar los tratamientos médicos para el cáncer de esófago que padece, el cual se ha extendido al hígado. En una emotiva entrevista con el semanario uruguayo Búsqueda , Mujica expresó su deseo de morir dignamente, sin someterse a más intervenciones que prolongan su sufrimiento.
“Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”, afirmó Mujica, quien explicó que su cuerpo ya no tolera tratamientos bioquímicos ni cirugías debido a su edad avanzada y enfermedades crónicas. “Que me pichicateen y, cuando me toque morir, me muero”, agregó.
El líder uruguayo, reconocido por su humildad y su vida austera, ha decidido pasar sus últimos días en su chacra, trabajando en su tractor y organizando el predio que heredará el Movimiento de Participación Popular (MPP), el espacio político que fundó. Desea ser enterrado allí, junto a su perra Manuela.
En su despedida, Mujica hizo un llamado a la privacidad, anunciando que no dará más entrevistas ni hará apariciones públicas. “Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo con serenidad.
El expresidente también aprovechó para despedirse de sus compatriotas y reflexionar sobre la democracia. “El fundamento de la democracia es el respeto a quienes piensan distinto. Le doy un abrazo a todos”, expresó con los ojos llenos de lágrimas, según relató el medio.
El presidente colombiano Gustavo Petro, admirador de Mujica, se sumó a los mensajes de despedida, destacando su sueño de unidad latinoamericana. “Adiós, hermano Pepe, y hasta la victoria siempre”, escribió Petro en sus redes sociales, recordando su encuentro con Mujica en diciembre de 2024, cuando lo condecoró con la Cruz de Boyacá.
A pesar de su retiro, Mujica sigue siendo un referente político y moral en Uruguay y América Latina. Su legado de lucha, sencillez y compromiso con los más vulnerables permanecerá vivo, mientras él enfrenta su final con la misma dignidad con la que vivió. “Estoy a cuatro meses de cumplir 90 años. Mirá la vida que he tenido. Es un desastre”, concluyó con su característico humor.
Pepe Mujica se despide como vivió: con honestidad, gratitud y un mensaje de esperanza para las generaciones futuras.