El partido FARC, surgido del acuerdo de paz en Colombia, oficializó este miércoles la expulsión de un grupo de exjefes rebeldes que a finales de agosto anunciaron que volvían a las armas.
“El anuncio del rearme desconoce nuestras instancias de dirección nacional” y “todos los lineamientos políticos y principios en materia disciplinaria”, indicó en un comunicado la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
El ahora partido de izquierda, que ya había condenado públicamente el rearme de sus excompañeros, aseguró que violaron “el estatuto y el código de ética en todos sus numerales, dando lugar a un cúmulo de situaciones constituidas en faltas leves, faltas graves y faltas gravísimas” que ameritan su expulsión.
En la FARC “no caben las expresiones armadas”, agregó el boletín.
La decisión involucra al exjefe negociador y ex número dos de la otrora guerrilla comunista, Iván Márquez, y a exjefes como Jesús Santrich o Hernán Darío Saldarriaga (‘El Paisa’).
En un video publicado en redes sociales a finales de agosto, esos cuatro rebeldes aparecieron vestidos con prendas militares junto a otros 17 disidentes y anunciaron su retorno a las armas aduciendo “traición del Estado” a lo pactado con el gobierno de Juan Manuel Santos en 2016.
Los disidentes además se presentaron como guerrilleros de las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Usar nuestro nombre histórico de FARC para incumplir lo pactado, es una afrenta a nuestro prestigio”, reza el texto.
El tribunal de paz encargado de juzgar los peores crímenes del conflicto los excluyó el 4 de octubre de los beneficios penales consagrados en el pacto, por lo que en caso de ser capturados quedarán a disposición de la justicia ordinaria.
El gobierno de Iván Duque sostiene que Márquez y compañía se ocultan en Venezuela, donde según versiones oficiales, también encontraron refugio líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa reconocida en Colombia.
Desarmadas y transformadas en partido, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) han denunciado incumplimientos estatales al acuerdo de paz que condujo a la desmovilización de 13.000 personas y que pretendía poner fin a un conflicto armado de medio siglo.
Si bien el grueso de las FARC se desmovilizó, unos 2.300 combatientes distribuidos en varios grupos conforman las llamadas disidencias, que se dedican mayoritariamente al narcotráfico y la minería ilegal, según inteligencia militar.
En esa cifra se incluyen rebeldes que se apartaron del acuerdo y nuevos reclutas. Se desconoce el número de combatientes al mando de Márquez.