jueves, enero 16

No es la primera vez que tropas al mando del general Óscar Leonel Murillo cometen actos de intimidación contra la población

De acuerdo con una investigación revelada por El Espectador Colombia 20+, el reciente hecho ocurrido en la vereda El Manso de Tierralta (Córdoba) en el que un grupo de militares sin identificarse intimidaron y violentaron a la población, no es un hecho aislado, pues no es la primera vez que se denuncia este tipo de comportamientos en diferentes zonas del país.

El dato más relevante de la investigación es que varias de esas denuncias han estado dirigidas a las tropas comandadas por el general Óscar Leonel Murillo, quien está al frente de la Séptima División del Ejército, que conduce las operaciones militares en Chocó, Antioquia y Córdoba. 

Según el medio citado, otro incidente relacionado con las fuerzas bajo el liderazgo del General Murillo se registró en 2021, antes de su ascenso como comandante de la Séptima División. En ese momento, estaba a cargo de las operaciones militares en el Chocó como líder de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán. El 12 de diciembre de ese año, Colombia+20 informó sobre un acontecimiento que tuvo lugar un mes antes en el caserío de Guachal, en la región del Litoral del San Juan, Chocó.

La operación tenía como objetivo a un comandante medio del Ejército de Liberación Nacional (ELN) conocido como ‘Schumager’ o ‘Marlon’, quien estaba acusado de graves delitos, incluyendo el asesinato de Robert Hurtado, un excombatiente de las FARC reincorporado, y el secuestro del excongresista Odín Sánchez.

A pesar de que ‘Schumager’ fue abatido, surgieron informes de que el comando militar se involucró en un tiroteo con otros guerrilleros que lograron huir en medio de la presencia de civiles, lo cual constituyó una seria violación del Derecho Internacional Humanitario por parte de ambas partes. Además, los militares lanzaron una granada y efectuaron disparos en presencia de civiles, aunque afortunadamente no causaron heridas.

En este caso, los residentes locales también documentaron los hechos en video, donde se podía observar a los hombres con barbas y cabello largo, llevando machetes y botas pantaneras, sin ninguna identificación oficial o uniformes reconocibles del Ejército o la Policía. Además, se negaron a identificarse cuando la comunidad los rodeó, y solo se supo que eran militares cuando fueron evacuados por varios helicópteros.

Fuente: El Espectador

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