Por Laura BONILLA
Multitudes de estudiantes de todo el mundo faltaron a la escuela el viernes para participar en una masiva protesta contra el calentamiento global convocada por la adolescente sueca Greta Thunberg, con la esperanza de marcar un punto de inflexión y persuadir a los gobernantes de actuar ya para evitar una tragedia ambiental.
Unos cuatro millones de estudiantes tomaron las calles de decenas de ciudades del planeta, según organizadores, para participar en una protesta considerada como la mayor de la historia para luchar contra el cambio climático.
Agitando pancartas que leían “No hay planeta B” o “Nuestro hogar se está quemando”, los estudiantes se manifestaron primero en Asia y la región del Pacífico, luego en África y Europa -con multitudes en París, Londres y Berlín- y finalmente en América del Norte, especialmente en Nueva York, y también en Latinoamérica.
– “Un punto de inflexión”-
“Espero que este sea un punto de inflexión para la sociedad, que muestre cuántas personas están involucradas, cuántas personas están presionando a los líderes, especialmente antes de la cumbre climática de la ONU”, dijo Thunberg, de 16 años, en una entrevista con la AFP el viernes, antes de participar en la marcha de Nueva York.
La joven está encantada de que su movimiento “Viernes por el futuro”, que lanzó sola el año pasado con una pancarta frente al parlamento sueco para exigir acciones de los gobernantes frente al calentamiento del planeta, haya convocado a “millones”.
“Las cifras son increíbles, cuando ves las imágenes, es difícil de creer”, afirmó Thunberg, e indicó que la protesta de Nueva York convocó a 250.000 personas.
Los organizadores, 350.org, dijeron en Twitter que cuatro millones de personas participaron en movilizaciones en todo el mundo, y hasta la semana próxima esperan protestas por el clima en 5.800 localidades de 163 países.
“Esto no puede seguir así. Nuestro planeta está llegando a su fin”, dijo Bernie Waldman, de 14 años, uno de los miles de estudiantes que protestó en Nueva York, donde se permitió a 1,1 millones de jóvenes faltar a la escuela para marchar desde Foley Square a Battery Park, en el sur de Manhattan.
Las movilizaciones son el puntapié de una semana de eventos destinados a luchar contra el calentamiento global en Nueva York, donde Naciones Unidas acoge este fin de semana la primera cumbre de jóvenes por el clima y el lunes una cumbre sobre el clima con un centenar de líderes mundiales, a la cual no acudirán el presidente brasileño Jair Bolsonaro ni el estadounidense Donald Trump.
“Protestar no es ni siquiera una opción, es necesario hacerlo (…) como ciudadano de la Tierra”, dijo la adolescente neoyorquina Sierra Meloy, de 17 años, que vestía una camiseta negra con la leyenda “La ciencia no es una teoría conspirativa de la izquierda”.
Artemisa Barbosa Ribeiro, una líder indígena brasileña de 19 años que participó en la protesta en Nueva York, lamentó que el gobierno de Bolsonaro, escéptico sobre el cambio climático y que ha eliminado varias protecciones medioambientales, “esté matando la selva”.
“Los jóvenes protestando hoy aquí están ayudando al planeta, y especialmente a nosotros, los indígenas, que estamos en la primera línea de lucha”, dijo a la AFP esta joven menuda de la etnia xakriabá, que llevaba el rostro pintado y un gran tocado de plumas coloridas.
En Brasil, miles de personas, sobre todo estudiantes y profesores, protestaron en Sao Paulo, Rio de Janeiro, Salvador o Brasilia.
Unas 2.000 personas protestaron también en Sao Paulo contra el gobierno de Bolsonaro, en el centro de la polémica por el alarmante aumento de los incendios en la Amazonía, con un gran muñeco del presidente con una nariz de Pinocho y carteles que leían “Quema a Bozo (Bolsonaro), no al bosque”.
Centenares de jóvenes marcharon por las calles de La Paz o San Salvador. “¡Agua! Se está secando el suelo”, corearon alrededor de una hoguera en Bogotá unos 500 activistas, indígenas y gente de todas las edades.
En México, cientos marcharon hasta el Zócalo, la plaza pública más importante del país, en una protesta multigeneracional.
“Tenemos que cambiar nuestra forma de vida para no terminar con el planeta, con la vida animal ni con nosotros mismos”, dijo Marcela Villa, de 58 años y que acompañó a su hija a la protesta.
En Australia hubo más de 300.000 manifestantes, y miles también protestaron en Seúl, Manila, Tokio o Bombay.
En Africa las protestas fueron más pequeñas, pero convocaron a cientos en Sudáfrica, Uganda o Ghana.
– “Merecemos algo mejor” –
La canciller alemana Angela Merkel prometió el viernes al menos 100.000 millones de euros para 2030 para enfrentar las emisiones en los sectores energético e industrial, impulsar los automóviles eléctricos con emisiones cero y alentar a los viajeros a tomar el tren y no el avión.
“Somos el futuro y merecemos algo mejor”, dijo a la AFP en Bangkok Lilly Satidtanasarn, de 12 años, conocida como “la Greta de Tailandia” por su campaña contra las bolsas de plástico en los centros comerciales.
Los estudiantes de Vanuatu, en las islas Salomón, fueron los primeros que salieron a las calles, al grito de “No nos estamos hundiendo, estamos luchando”.
Varias empresas alentaron a los jóvenes a participar en las protestas y dijeron que harán su parte. El máximo responsable de Amazon, Jeff Bezos, se comprometió a alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2040, y llamó a otras empresas a hacer lo mismo.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, presidirá el lunes la cumbre del clima para pedir a los líderes mundiales que fortalezcan y amplíen los compromisos adoptados en 2015 en el marco del Acuerdo de París.
Según la ONU, para tener alguna posibilidad de frenar el calentamiento del planeta en 1,5ºC por encima de la temperatura del siglo XIX, el mundo tendría que tener cero emisiones de carbono en 2050.