La mítica Bombonera de Buenos Aires, sede de una incontable cantidad de partidos históricos, está lista para recibir este martes otro trascendental encuentro: el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate.
El Millonario se hizo fuerte el 1 de octubre en su estadio, el Monumental, y se impuso por 2-0 en la ida.
Pero los hinchas del Xeneize confían en la “ventaja” que le aporta al equipo jugar en la Bombonera y con el aliento de su público.
“El estadio para Boca influye mucho. Boca tiene gente que lo apoya mucho, sería como un jugador más, como todos saben: el jugador número 12”, dijo a Efe Tomás Oliva, que a sus 30 años viaja desde Córdoba hasta Buenos Aires cada vez que el Xeneize es local.
El estadio Alberto José Armando, conocido popularmente como la Bombonera, es uno de los campos más emblemáticos del mundo y fue declarado en 2014 “de interés deportivo, turístico y cultural de la ciudad de Buenos Aires”.
Se inauguró el 25 de mayo de 1940 y desde entonces tuvo varios reformas, hasta alcanzar la capacidad actual, de unos 48.000 espectadores.
Cuando los hinchas saltan para alentar a su equipo, la estructura suele moverse.
Los simpatizantes, y varios futbolistas, dirigentes y entrenadores, remarcan eso con orgullo y aseguran que “la Bombonera no tiembla; late”.
Mauro Crespín, de 33 años, es fanático de Boca y dijo, en diálogo con Efe, que lo que se siente dentro del estadio “no tiene explicación”.
“Esto influye mucho, la Bombonera late y la gente es única. Estoy muy seguro y tengo mucha fe de que los jugadores lo van a demostrar dentro de la cancha. Vamos a revertir la serie”, afirmó desde la puerta del estadio.
“Va a quedar en la historia, estoy seguro que lo vamos a revertir con mucha garra xeneize, como siempre”, añadió.
Con él coincide Sonia Leite, de 27 años. “Estamos en casa, se siente más el calor, la pasión. Para mí el apoyo de la gente es muy fundamental, vamos a ganar”, dijo a Efe.
Leite es paraguaya, vive en Argentina hace 16 años y se define como una “fanática” de Boca.
Cada día, en las inmediaciones del estadio aparecen extranjeros y turistas para fotografiarse con el estadio en el que jugaron ídolos del Xeneize, como Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Diego Maradona, Carlos Tevez (todavía en el equipo), Guillermo Barros Schelotto, Ángel Clemente Rojas y Francisco Varallo.
Pero también Lionel Messi y cientos de otras figuras argentinas jugaron allí porque la Bombonera albergó alrededor de medio centenar de partidos de la Albiceleste.
El estadio, ubicado en el barrio porteño de La Boca, fue testigo de infinidad de partidos y torneos y será una de las sedes de la Copa América de 2020 que organizarán Argentina y Colombia.
Varios presidentes (y aspirantes a presidentes) del club analizaron la posibilidad de remodelar o trasladar el estadio para que pueda extender su capacidad.
Sin embargo, eso fue rotundamente rechazado por los hinchas xeneizes, quienes consideran a su estadio un “templo”.