“Se llevaron computadores, documentos, celulares e información personal de nuestros afiliados”, anotó el Sindicato Memoria Viva, a través de Twitter.
El pasado miércoles 12 de febrero de 2020 en horas de la noche, la sede nacional del colectivo político “Juventud Rebelde” fue asaltada por desconocidos armados despojándolos de computadores, celulares, documentos personales, información de sus afiliados y de la organización misma.
En el momento de los hechos se encontraban siete personas de distintas organizaciones, la cuales fueron encañonadas y encerradas por los asaltantes, mientras saqueaban el lugar.
Sebastián Rivera, una de las víctimas, considera qué: “lo de ayer claramente fue un ejercicio de intimidación por parte de fuerzas del Estado. Es una organización debidamente constituida que no es clandestina y plantea sus posturas políticas desde la democracia”.
Según los miembros del colectivo a ese espacio asisten diversas juventudes, militantes y no militantes de la organización. Se realizan talleres de nuevas masculinidades, defensa personal dirigido exclusivamente a mujeres.
De acuerdo con Rivera “el comportamiento de quienes hicieron el procedimiento ayer iba específicamente dirigido a extraer información. Es un riesgo que lo sucedido ayer se preste para falsos positivos en el futuro”.
Estos hechos se suman a las lesiones ocasionadas el año pasado a Cristian Hurtado, Secretario Político Nacional de la Juventud Rebelde Colombia, cuando se encontraba en su residencia.
A través de un comunicado la organización política juvenil le exige al gobierno las garantías para ejercer la organización y la acción política extendiéndole el requerimiento a los organismos de control para que se establezcan las investigaciones necesarias que den con los responsables de los acontecimientos denunciados y al mismo tiempo garanticen la integridad de los miembros de La Juventud Rebelde de Colombia.