
La economía colombiana cerró el 2024 con un crecimiento del 1,7 %, según el informe presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Aunque esta cifra se encuentra ligeramente por debajo de las proyecciones del Banco de la República y la OCDE, que esperaban un crecimiento del 1,8 %, supera la estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) del 1,6 %. Este resultado se percibe como una señal de recuperación tras un 2023 marcado por una desaceleración significativa, cuando el PIB apenas creció un 0,7 %.
El sector que más contribuyó a este repunte fue la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, con un crecimiento destacado del 8,1 %, aportando 0,8 puntos porcentuales al resultado final. Este dinamismo se explicó, en parte, por el auge de los cultivos de café, que registraron un incremento del 22,5 %, impulsados por precios internacionales históricamente altos.
Otros sectores también mostraron desempeños positivos. La administración pública, defensa, educación y actividades de salud crecieron un 4,2 %, contribuyendo con 0,7 puntos porcentuales, mientras que las actividades artísticas, de entretenimiento y actividades de los hogares también aumentaron un 8,1 %, aunque con una participación menor en el PIB.
Sin embargo, no todos los sectores tuvieron la misma suerte. Las actividades de explotación de minas y canteras se contrajeron un 5,2 %, afectadas por la caída en la extracción de carbón y minerales metalíferos. La industria manufacturera también registró una disminución del 2,1 %, y el sector de información y comunicaciones cayó un 0,8 %.
El comportamiento del PIB a lo largo del año mostró una clara tendencia de menos a más: el primer trimestre creció un 0,6 %, el segundo un 1,9 %, el tercero un 2,1 % y el cuarto alcanzó el 2,3 %, siendo este último el mejor resultado trimestral del año. Este patrón refleja una economía que, tras un inicio lento, encontró mayor estabilidad en la segunda mitad del año.
A pesar de este crecimiento moderado, analistas como Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, advirtieron sobre la necesidad de implementar estrategias urgentes para estimular el crecimiento económico en el corto y largo plazo, subrayando que situaciones de incertidumbre política y regulatoria podrían frenar una recuperación más acelerada.
De cara al 2025, el Gobierno espera que la inflación continúe su tendencia a la baja, acercándose a la meta del Banco de la República del 3 %, aunque algunos pronósticos indican que podría cerrar en 4,1 %.