Por: Yeyron Valencia
Desde tiempos del colegio cuando competían por la personería estudiantil, no escuchaba a un candidato lanzar propuestas tan estúpidas y descabelladas; tanto que aún retumban en mi cabeza: “yo prometo llevar a piscina a todo el colegio dos veces al año”, (aquí entraban los aplausos), “vamos a estudiar solo tres veces a la semana y los viernes vamos a hacer un Jean day” (y otra vez entraban los aplausos) “y sí gano, yo les prometo que vamos a echar a la gorda esa de biología y al cucho de matemáticas” y justo en ese momento la histeria popular nos decía quién iba a ganar.
Me imagino cómo se sentirá de frustrado el pobre Petro quien ha dedicado su vida a prepararse para competir por la presidencia de la república con soluciones profundas a los problemas nacionales y esta vez le ha tocado enfrentarse con todo el riesgo de perder las elecciones con el Rodolfoneto, o más bien con el Burroneto, un competidor que tiene la talla de un candidato a personero estudiantil y lo más que promete es un paseo al mar para todas las familias Colombianas.
Si yo hubiera sabido que esto era tan simple, ya habría aspirado a la presidencia, porque seguro estaría en disputa con el Burroneto y entre los dos, tendríamos al aburrido académico de Petro fuera de la contienda. Con esto tampoco les aseguro que yo pudiera ganar en primera vuelta, porque competir con el Burroneto no es cosa fácil, ya que cada día se saca de la manga una cosa más estúpida que la anterior; pero sí les aseguro que no me le quedaría atrás y haría un papel mucho mejor que el que está haciendo candidato Petro.
Creo que a Gustavo Petro lo que le ha faltado es tener buenos asesores que lo pongan a nivel para competir, para que a cada propuesta del Burroneto, le salgan adelante con otra contrapropuesta. Por ejemplo si el Burroneto se limpia el culo con la ley, yo me lo limpiaría con la ley y con la constitución; si va a llevar a todas las familias de paseo al mar, yo me los llevaría a Disneylandia con todos los gastos pagos; si prefiere que la mujer se quede encerrada en la casa, yo la mando a barrer y a trapear los pasillos de la casa de Nariño todo el día pa´ que no joda, y así deje descansar al marido; si dice que tiene miedo porque lo van a matar a puñaladas, yo diría que me van a descuartizar con un corta uñas; y hasta aquí, estoy seguro que ya hubiera subido los puntos suficientes en las encuestas para pasar a la segunda vuelta presidencial. El único terreno en el que no me metería, es en tratar a la virgen María de prostituta, porque estaría arriesgando el voto de mis tías y no, hasta allá tampoco.
Lo único cierto de todo esto, es que en Colombia no se vivía tanta tensión desde que Betty la fea regresó empoderada a Ecomoda y así como van las cosas con el Burroneto, que va como burro sin enjalma, si Petro no se despierta él lo poco que le queda, lo muerde el burro.
Solo esperemos que si el Burroneto llega, la cara de los electores no quede como cuando uno compra mango biche en tajaditas en la calle y luego ve a la señora que vende los mangos rascándose los pies con el cuchillo.
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