El presidente Iván Duque dijo que el estelar volante del River Plate, el colombiano Juan Fernando Quintero, “tendrá todo el apoyo” de su gobierno para “esclarecer” la desaparición de su padre hace 24 años.
El mandatario aseguró que desconocía el caso de Jaime Quintero, cuyo paradero es un misterio desde 1995, cuando prestaba servicio militar obligatorio en el municipio de Carepa, donde el general Enrique Zapateiro, que acaba de ser nombrado jefe del Ejército, fungía como capitán.
Tras la presión de la familia Quintero, que revivió con el ascenso del militar, Duque se comunicó telefónicamente con el seleccionado colombiano y, según dijo a Blu Radio, le dio su respaldo.
“Todo lo que podamos hacer para que esa familia, que ha tenido ese dolor, pueda esclarecer esos hechos, lo vamos a hacer. De parte del general Zapateiro, del Ejército y de la institucionalidad del gobierno, vamos a ayudar en ese propósito”, aseguró.
Aunque el nuevo jefe del Ejército fue absuelto judicialmente de la presunta desaparición forzosa del padre del futbolista de 26 años, sus familiares insisten en que el oficial dé explicaciones sobre el paradero de Jaime Quintero.
Para tal fin, el mediocampista pidió una reunión personal con Zapateiro que, según Duque, será concedida.
“Tengo el derecho como hijo a saber qué pasó con mi padre (…) por que (sic) he sufrido y he visto mi familia sufrir problemas sociológicos y mentales”, escribió el lunes “Juanfer” en Twitter.
De acuerdo a la versión de la familia, Zapateiro le ordenó a Quintero trasladarse de Carepa a Medellín tras un supuesto altercado por actos de indisciplina, pero nunca llegó a su destino.
Cuando su padre desapareció, el futbolista tenía 2 años.
El mando militar recordó en un reciente comunicado que Zapateiro fue liberado de cualquier sospecha por un tribunal del departamento de Antioquia en marzo de 2001.
En Colombia los casos de desaparecidos se cuentan por miles en medio de los más de 50 años de conflicto armado. El Centro Nacional de Memoria Histórica, un organismo oficial, registra casi 83.000, un número que casi triplica el de las dictaduras de Argentina, Brasil y Chile en el siglo XX.
El lunes Zapateiro tomó las riendas del Ejército en reemplazo de Nicacio Martínez, cuestionado por la oposición y organizaciones internacionales por la ejecución extrajudicial de civiles a manos de tropas bajo su mando.