“Soy un ciudadano del común que no quiere ser importante, sino útil a la sociedad”, son las palabras de presentación de Helmer Lozano, un líder campesino hecho a pulso que aspira llegar al Congreso para defender el campo colombiano.
Si bien su candidatura a la Cámara de Representantes por el departamento de Tolima, donde es oriundo, fue una total sorpresa, pues Helmer siempre trabajó lejos de la política electoral. Hoy, allí ve una oportunidad para seguir luchando por el agro.
“Yo la verdad no soy un político, soy agricultor, Toda mi vida ha transcurrido en el tema del campo”, dice este líder campesino, que ha dedicado la mayor parte de su vida a trabajar por el campo tolimense y los agricultores arroceros de su región.
Además de su vocación campesina la cual lleva en su sangre por tradición familiar, Helmer Lozano es abogado y contador público de la Universidad Incca de Colombia, con amplia experiencia en el sector privado.
Lleva trabajando por más de 18 años asesorado empresas de todo el país, y luego de su paso por la Junta Directiva de UsoSaldaña, Helmer tomó la decisión de saltar del sector privado al ruedo electoral de la mano del Pacto Histórico.
Con su candidatura, busca poner en la agenda las peticiones de los arroceros del Tolima, quienes están cansados por los altos precios de los insumos que encarecen la producción y por la falta de políticas agrarias para los pequeños productores.
“Desde nuestra posición queremos ayudar encaminar a Colombia y el Tolima, para que generemos trabajo decente con ingreso digno, industrialicemos el campo y recuperemos de su vocación agrícola“, señala Helmer Lozano.
Además, desde el Congreso quiere enarbolar las banderas del verdadero cambio que necesita Colombia y el Tolima. Uno que respeta la dignidad de las personas y que defienda los derechos de la juventud, la mujeres y de las comunidades indígenas.
“Tenemos que hacer un pacto por la decencia, un pacto contra la corrupción, declarando los recursos públicos sagrados, donde los funcionarios ni la politiquería se roben los impuestos ni los contribuyentes los evadan”, concluye Helmer Lozano.