En un paso crucial hacia la búsqueda de una paz estable, representantes del Gobierno y las disidencias de las extintas FARC se reunieron en una zona rural de Suárez, Cauca, desde el pasado 17 de septiembre en un encuentro que durará 3 días. El objetivo de este encuentro histórico es definir la hoja de ruta para los diálogos de paz y anunciar la fecha de inicio de las conversaciones.
Durante estos tres días, ambas delegaciones trabajan en la configuración de los lineamientos fundamentales de estas conversaciones, que se espera conduzcan a un acuerdo duradero. El proceso fue acompañado de cerca por la comunidad internacional y en particular por la Misión de Verificación de las Naciones Unidas, la MAPP/OEA, la Conferencia Episcopal y países garantes como Noruega, Suiza, Irlanda, la Unión Europea y Venezuela.
Además de definir los detalles de la mesa de diálogos, durante la reunión se discutió la posibilidad de llevar a cabo misiones humanitarias en varias regiones del país, incluyendo Antioquia, Arauca, Cauca, Huila, Nariño, Norte de Santander, Putumayo y el sur de Bolívar. También se trató el tema crucial de un cese al fuego, una cuestión que ha sido abordada en el pasado, pero que se ha visto obstaculizada por incumplimientos y la violencia persistente en algunas áreas.
Entre tanto, este encuentro marca el comienzo de la fase de alistamiento, después de que el frente Jaime Martínez, en el occidente del país, anunciara un cese al fuego unilateral. Sin embargo, este acto de buena voluntad fue seguido por un ataque a militares en el norte de Cauca por parte de esta misma facción, en el que resultaron heridos al menos siete soldados de la Tercera División del Ejército.