La vicepresidente electa, Francia Márquez sostuvo un diálogo con la periodista Claudia Palacios el pasado martes en horas de la noche, surgieron varias preguntas pero una de ellas tomó fuerza por la contundente respuesta que dio la lideresa social.
En el espacio de CM& fueron discutidos temas de interés en torno a los planes de gobierno, hablaron sobre la reforma tributaria que han venido planteado, entre otros temas.
Al cierre de la entrevista que duró alrededor de 24 minutos, la periodista realizó la siguiente pregunta “usted nos está dando esta entrevista desde Cali en el Valle del Cauca, pero usted tiene ahora o va a tener la posibilidad de vivir en la casa que existe para quien ocupa el cargo de vicepresidenta de la Nación, mi pregunta es: ¿si usted se va a mudar a esa casa que queda a una cuadra al occidente del Palacio de Nariño o si eso no hace parte de lo que usted denomina vivir sabroso?”
La respuesta por parte de la vicepresidenta electa fue contundente: “pues no creo que vivir sabroso se refiere a tener una casa, hoy gracias a Dios tengo una casa digna, entonces si creen que porque soy una mujer empobrecida y porque me dan una casa vicepresidencial yo estoy viendo sabroso, está muy equivocada, eso es parte del clasismo este país si lo miras desde ese lugar”.
Por su parte, Palacios quien intentó explicar que la pregunta fue mal entendida, la primera vicepresidenta afro de Colombia aprovechó para hacer una reflexión y reiterar el significado de su eslogan de campaña “vivir sabroso”.
“Te invito más a reflexionar sobre qué significa vivir sabroso para el pueblo negro, en sus entrañas, en nuestra identidad étnica y cultural se refiere a vivir sin miedo, se refiere a vivir en dignidad, se refiere a vivir con garantía de derechos, entonces cuando me colocas que voy a vivir sabroso porque voy a ir a la casa vicepresidencial, seguramente estás muy equivocada”, argumentó Francia en el espacio.
Por último destacó que para ella “vivir sabroso” obedecía al hecho de vivir en su casa en Yolombó con garantías de tranquilidad en su región y no con un montón de personas armadas cuidándola.