Fiscalía no tenía evidencias contra los seis jóvenes señalados de incendiar el Palacio de Justicia de Tuluá; pero ellos sí pudieron demostrar que los policías que los capturaron los sometieron a torturas para que se incriminaran en el hecho.
Los jóvenes señalados como vándalos y terroristas fueron capturados el pasado 25 de mayo en Tuluá, Valle del Cauca, en el marco del paro nacional.
Según informó Noticias Uno, luego de tres meses de la captura, una jueza determinó que este procedimiento fue ilegal debido a que hubo errores por parte de la Fiscalía y la Policía contra los jóvenes Daniel Navarrete Varón, Jorge Andrés Noguera Flórez, Jorge Mario Ramírez Alzate, Santiago Ramírez Duque, José Mauricio García Nieto y Dan Brayer Andrade Bolaños.
Desde el inicio, el caso fue señalado como un falso positivo judicial y fue expuesto ante los delegados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Los informes de la Fiscalía presentan contradicciones sustanciales entre sí que no permiten al juez de control de garantías evidenciar las circunstancias de tiempo y modo en el que se desarrolló las capturas, lo que le resta credibilidad a que las mismas hayan sido en flagrancia”, indicó el apoderado de las víctimas al medio citado.
Las víctimas señalan que la “policía ese día estaba de cacería”, que estas capturas se procedieron en distintos lugares y que fueron sometidos a tortura tanto física como psicológicamente para que aceptaran los cargos.
Por el momento, los jóvenes exigen que se limpie su historial para que puedan continuar con sus proyectos de vida sin el estigma de vándalos y terroristas.
*Fuente consultada: Noticias Uno