jueves, diciembre 7

El progresismo de Gustavo Petro arrasa en Estados Unidos

Por Urías Velasquez /@uriasv.

El eterno senador por Vermont y líder de las ideas progresistas en el mundo: Bernie Sanders está arrasando en las primarias demócratas de Estados Unidos: el primer campanazo se escuchó en Iowa donde ganó en el voto popular, el segundo fue en New Hampshire y el tercero en Nevada donde prácticamente sus votos doblaron la suma de todos los de sus contrincantes. Pero más que eso, “el loco Bernie” –como groseramente lo llamó Donald Trump, el “indigno presidente” según Joe Biden- lidera todas las encuestas nacionales tanto para la nominación demócrata como para la contienda presidencial de noviembre próximo, la primera por más de 10 puntos y las segunda por casi 5 -esto según realclearpolitics.com-.

Y es que no es para menos: Estados Unidos es un país donde los billonarios, menos del 1% de la población, crecen sus fortunas sin límite año tras año mientras la población, en general, ve como sus ingresos se hacen cada vez menores, llegando en muchos casos a ser insuficientes para cubrir sus necesidades fundamentales de alimentación, vivienda, salud y educación. O al menos así lo denuncian debate tras debate cada uno de los seis candidatos que aún pelean la nominación demócrata. De acuerdo con los números de las encuestadoras, algunos de ellos, como Biden y Buttigieg, con esperanzas de triunfo todavía y otros con muy pocos chances como Elizabeth Warren, Bloomber o Klobuchar.

El liderato de Sanders puede sorprender a muchos dada la caricaturización que han hecho desde siempre los republicanos tanto de él como de sus ideas progresistas, estas últimas, a las que por desconocimiento o exceso de “mala leche”, han querido asimilar con el comunismo o el fascismo que imperó en la Europa de la preguerra y que hoy en día sigue siendo la fuente ideológica fundamental de la mayoría de las ultraderechas latinoamericanas.

En todo caso, el pueblo norteamericano –a diferencia del colombiano- si parece estar despertando y cada vez son más frecuentes las voces que disienten con la información manipulada de los medios de comunicación masivos y al servicio de los poderosos. Una muestra de esto la constituye, sin duda, la estructura de la campaña de Sanders en la que mujeres, negros, población LGBTI y los jóvenes mandan la parada. Particularmente estos últimos que son los encargados de reunir a las multitudes que a diario llenan los lugares a donde su candidato se presenta.

Y es que son numerosas las propuestas de Sanders que irrumpen con fuerza en la opinión pública y encuentran eco en esos grupo de la sociedad que, hasta ahora, han sido marcadamente segregados: plan de salud universal, liberación de deudas por motivos educativos, casi el doble en el incremento salarial para maestros, aumento del salario mínimo nacional, impuestos a los súper ricos –que en Estados Unidos y en el mundo, incluido Colombia, no tributan o si lo hacen son cifras irrisorias-, inclusión de su país en los acuerdos de París para combatir el cambio climático y política exterior menos intrusiva y más negociada, esto solo por mencionar algunos.

“No perseguimos a nadie, pero eso sí, haremos que la economía funcione para todos y no solamente para los súper ricos de Wall Street”, fue una de la frases de Sanders en Texas en donde esta semana concentra sus esfuerzos con miras al súper martes del 3 de marzo próximo, día en el que habrá votación en Alabama, American Samoa, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, North Carolina, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont y Virginia.

“Si Bernie Sanders se convierte en el candidato demócrata, liderando su tendencia progresista, podría derrotar a Trump y cambiar el mundo. Hay que tomar posición por las transformaciones sociales y políticas o la existencia de la vida entra en barrena amigos y amigas”, escribió Gustavo Petro hace unos días desde su cuenta en twitter haciendo eco de los sucesos electorales gringos, pero, además, ratificando su afinidad ideológica con el progresismo de Bernie Sanders que como van la cosas no tiene nada de raro que pronto lidere a los Estados Unidos y, porque no, al mundo entero.

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