Por Diego LEGRAND
El presidente Iván Duque lideró este domingo un primer “diálogo social” cuando se cumplen cuatro días de protestas en Colombia, aunque los manifestantes no participaron y se convocó a una nueva “gran marcha”.
Luego de reunirse con alcaldes electos de 24 capitales regionales, el mandatario derechista habló con gobernadores departamentales que asumirán el cargo en enero.
“El diálogo que quería empezar con Colombia, quería empezarlo con ustedes, porque ustedes tienen un mandato claro y fresco, que responde a los anhelos de la ciudadanía”, dijo desde el presidencial Palacio de Nariño en Bogotá.
Durante los encuentros, que fueron adelantados tres días mientras proseguían las marchas contra el gobierno central, se trataron temas de educación, salud, infraestructura, paz, medio ambiente y lucha contra el narcotráfico y la corrupción, según la presidencia.
“El objetivo más importante que nosotros tenemos por delante es la construcción de una Colombia justa, una Colombia que cierre brechas sociales”, agregó el mandatario en medio de protestas contra sus políticas sociales, económicas y de seguridad.
Duque, que el jueves afrontó las marchas más multitudinarias de los últimos años, nombró al director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Diego Molano, como coordinador nacional de las pláticas.
Molano explicó que hasta el 15 de marzo los colombianos podrán presentar propuestas “en espacios de participación” que girarán en torno a cinco temas, que coinciden con algunos de los reclamos de los marchantes: crecimiento con equidad de la economía, lucha contra la corrupción, fortalecimiento de la educación pública, paz y medioambiente.
Al término del encuentro, la alcaldesa electa de Bogotá, Claudia López, cuestionó el enfoque de la conversación y pidió al presidente dialogar con los manifestantes.
“El diálogo no es para explicar con más profundidad las políticas gubernamentales y comunicarlas mejor, no, el diálogo tiene que ser para con humildad reconocer errores, hacer cambios y hacer concesiones, de lo contrario no va a ser un diálogo que lleve a nada concreto sino a más frustraciones”, dijo.
Desde que Duque convocó a una “conversación nacional” el viernes, un día después de una violenta jornada de manifestaciones en Bogotá, no ha invitado directamente a participar a los promotores de las protestas del 21 de noviembre y ha dicho que los diálogos debatirán “reformas” sobre su política social.
– Nueva “gran marcha” -A la par que avanzaba el diálogo, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) llamó a nuevas movilizaciones contra el gobierno por no haber “resuelto en concreto ninguno de los motivos” de las protestas que iniciaron el jueves y que siguen hasta ahora pero con jóvenes espontáneos como protagonistas.
Por eso invitaron el lunes a una “gran marcha” nacional que coincide con las actividades para conmemorar el día internacional de la no violencia contra las mujeres y con un cacerolazo del sindicato de profesores de instituciones públicas.
Para esa jornada Duque tiene previsto reunirse con la Comisión Nacional de Concertación Laboral, que agrupa a representantes del gobierno, patrones y empleados, y a lo largo de la semana con otros “sectores sociales”.
Pero Diógenes Orjuela, presidente de la CUT, aseguró que esa instancia no representa a las centrales obreras, que en octubre llamaron al paro nacional del 21 de noviembre al que después se sumaron estudiantes, indígenas, partidos opositores y artistas.
Los sindicatos obreros se habían deslindado de las manifestaciones surgidas de la gran huelga, que este domingo se mantenían en Bogotá, Cali y Medellín, aunque con menor afluencia.
En la capital decenas de personas hicieron un plantón al frente del hospital donde está ingresado en estado crítico un menor de 17 años tras una agresión de la policía durante una protesta pacífica. Y algunos centenares protestaron en zonas del norte y el centro con cacerolazos y montados en bicicleta.
El descontento contra Duque tiene un abanico de reclamos. Las centrales obreras rechazan supuestas iniciativas gubernamentales para flexibilizar el mercado laboral y las pensiones. Los estudiantes reclaman más recursos para la educación pública, y los indígenas exigen protección tras el asesinato de decenas de ellos desde que Duque asumió el poder en agosto de 2018.
Todos cuestionan el asesinato de líderes sociales y el intento de modificar el pacto de paz de 2016 que desarmó a la exguerrilla FARC, que también ha participado en las movilizaciones y celebra este domingo el tercer aniversario de los acuerdos.
Con un crecimiento económico superior al promedio regional, la cuarta economía latinoamericana presenta altos índices de desigualdad y desempleo.