El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) denunció este martes el asesinato de dos miembros de la comunidad a manos de desconocidos en el municipio de Páez.
Este hecho se suma a la ya difícil situación de orden público que enfrenta esa zona del suroeste del país en la que hacen presencia guerrillas, narcotraficantes y bandas de delincuencia común.
“El doble homicidio se produjo en la vereda (aldea) La Unión, donde encontraron los cuerpos de José David Musse Campo, de 19 años, quien presenta un impacto con arma de fuego en el cráneo y otro en la espalda con salida al corazón”, indicó el CRIC en un comunicado.
La otra víctima fue identificada como “Yilverso Alberto Velasco Yacuechime, quien presenta múltiples puñaladas en la espalda, además de un impacto de bala en el sector del tórax y heridas con arma blanca en la cabeza”, agregó la organización.
Según la investigación, Musse Campo era miembro activo de las Fuerzas Militares colombianas y estaba de permiso.
El CRIC indicó que “los habitantes del lugar manifestaron que las víctimas participaron en un partido de microfútbol y luego, en horas de la noche, salieron en una motocicleta hacia la aldea Santa Bárbara a la que no llegaron”.
El Gobierno ha reforzado la presencia militar en el Cauca pero los enfrentamientos entre bandas criminales y guerrillas no han parado y la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó en agosto pasado del confinamiento de 500 personas.
Precisamente, el 21 de agosto pasado indígenas del Cauca alertaron sobre una “emergencia humanitaria” por la acción de narcotraficantes y disidentes de las FARC y el consecuente asesinato de miembros de la comunidad, por lo que pidieron la presencia del presidente Iván Duque para hallar una solución.
“En este momento estamos en emergencia humanitaria. Estamos prácticamente ante una catástrofe donde se está presentando un genocidio contra los indígenas, afrocolombianos y campesinos”, dijo en rueda de prensa Geovanny Yule, del CRIC.