
Un decidido voto de 8-0, La Corte Constitucional ha dado luz verde al impuesto propuesto por el presidente Gustavo Petro sobre las bebidas azucaradas. Este impuesto entrará en vigor el 1 de noviembre de este año con el objetivo de reducir el consumo de estos productos y prevenir enfermedades como la obesidad y la diabetes.
En un giro en las reglas fiscales, las bebidas que contengan 10 gramos o más de azúcar estarán sujetas a un impuesto de $35 por cada 100 mililitros a partir del 1 de noviembre. Este gravamen se elevará a $55 en el año siguiente y alcanzará los $65 en 2025.
Mientras tanto, las bebidas con menos de 6 gramos de azúcares añadidos por cada 100 mililitros se libraron de impuestos, dejando la posibilidad de un ajuste en el futuro. A partir de 2025, el impuesto de $0 solo se aplicará a bebidas con menos de 5 gramos de azúcar, marcando un cambio en la política tributaria que busca incentivar elecciones más saludables.
El alto tribunal argumentó que este impuesto es razonable y proporcionado para proteger la salud pública al desincentivar la compra de bebidas con alto contenido de azúcar.
Se espera que este impuesto recaude entre 300 y 400 millones de pesos, con un aumento gradual del 20% para 2035. La aprobación de esta medida refleja los esfuerzos de Colombia por promover la salud pública y abordar las crecientes tasas de enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar.