Por Mauricio Bayona
Para nadie es un secreto que en la mayoría de las alcaldías municipales se pagan favores políticos mediante la elaboración de pliegos a la medida del oferente “ganador”. Lo que sorprende cada vez menos es que se aprovechen de las necesidades ciudadanas por años insatisfechas, como la reparación y pavimentación de calles, para complementarlo con la reconstrucción de andenes bajo la figura de una colecta realizada por el contratista con los residentes de las casas ubicadas en las calles a reparar.
Eso parece estar sucediendo en Barbosa (Santander), donde actualmente se adelanta el contrato 124 de 2018 adjudicado a Mega Obras Group S.A., cuyo objeto es la “Pavimentación de vías urbanas del Municipio”, por un valor de $625.508.597 pesos a ejecutar en 4 meses.
De acuerdo con los ítems 2.3 y 2.4 del mencionado contrato, se establece que el Contratista está obligado a realizar la “Excavación manual para colocación de sardinel (incluye reparación de superficie de apoyo), así como el “suministro e instalación de sardinel prefabricado A-10, incluye mortero de pega”.
La realización de las obras del contrato en estos ítems implica la destrucción de los andenes, y aunque el contrato no establece su reparación, sí se especifica en el literal n que el Contratista debe “inspeccionar el lugar de la obra para determinar aquellas condiciones que puedan afectar los trabajos a realizar”. Además de lo anterior, el Contratista está obligado a instalar una valla informativa sobre la obra realizada, pero esta no aparece por ningún lado.
Ahora bien, todos estos aspectos suelen ser comunes a los contratos de obras civiles adelantados a lo largo y ancho del país, subsanables en la mayoría de los casos con una buena interventoría. Pero que el Contratista cobre a los residentes de las casas afectadas por reparar, lo que además de llevar años sin mantenimiento por parte de la administración municipal, es causado por su propia acción sobre la obra, ya es otro cuento.
Cuarto de Hora tuvo acceso a testimonios y documentos donde el Representante Legal de la firma Contratista, Luis Eduardo Castro Rivera, presuntamente ha cobrado a los vecinos de las obras objeto del contrato como parte de un servicio adicional para rehacer los andenes que el mismo ha destruido. La comunidad, en lugar de seguir viendo sus andenes deteriorados, ha preferido pagarle al contratista por algo que él mismo debería hacer.
Además de esta conversación, existen documentos donde se ve la consignación que un residente hace a la cuenta del Contratista (ver imagen). Pero como la corresponsabilidad para asegurar la calidad de la obra también es del interventor, existe una conversación por WhatsApp entre un ciudadano y el señor Gonzalo Eduardo Aguilar Delgadillo, quien suscribió como Representante Legal de la firma Consorcio Proyectistas el Contrato 008 de enero de 2019, para la “Interventoría técnica, administrativa, jurídica, financiera y ambiental para el contrato de obra que se deribe (sic) del proceso de licitación pública 003 de 208, cuyo objeto consiste en contratar la obra para la pavimentación de vías urbanas del municipio de Barbosa, Departamento de Santander”.
Dicho contrato de interventoría debería ejecutarse en cuatro meses a partir de la suscripción del acta de inicio, es decir, aún está vigente. Sin embargo, el señor Aguilar niega tener el contrato para el tema de los andenes.
La obra ha estado detenida durante varios días en diferentes momentos y, no obstante, son el contratista y el interventor los principales responsables de las obras civiles adelantadas en cualquier municipio, vale la pena preguntarse qué responsabilidad le cabe a la Alcaldía Municipal en la supervisión de sus contratistas, como también cuál es el papel del Concejo Municipal en el control político de la gestión municipal, mientras al cierre de esta nota varios vecinos contaban que los tubos de aguas negras de sus casas se taparon después de la intervención de las calles, y la reparación al parecer no durará mucho porque con esta temporada de lluvias el agua ya se ha filtrado en la obra.