En una decisión que marca un hito en la legislación colombiana, el Congreso de la República aprobó en último debate la eliminación del matrimonio infantil, tras ocho intentos fallidos. Ahora, solo resta la sanción del presidente Gustavo Petro y la conciliación final entre el Senado y la Cámara para que la ley entre en vigor, reforzando los derechos de los niños, niñas y adolescentes en todo el país.
El proyecto de ley, promovido por las representantes Alexandra Vásquez y Jennifer Pedraza, y con la ponencia positiva de la senadora Clara López, elimina del Código Civil la posibilidad de que menores de 14 años contraigan matrimonio con el consentimiento de los padres. Además, prohíbe las uniones tempranas en las que ambas partes sean menores de edad, un paso fundamental para combatir la explotación y el abuso infantil, especialmente en zonas rurales y comunidades indígenas donde estas prácticas son más comunes.
Con esta ley, se crea el Programa Nacional de Atención Integral a Proyectos de Vida para Niños, Niñas y Adolescentes, el cual busca fomentar políticas públicas orientadas al desarrollo integral de los jóvenes, brindándoles herramientas para planificar su futuro sin la presión de matrimonios forzados o prematuros.
La congresista Jennifer Pedraza subrayó la importancia de esta ley, destacando que, hasta ahora, el matrimonio infantil en Colombia permitía la explotación de menores, quienes eran utilizados en transacciones como “moneda de cambio”, un cambio de bienes materiales. La ley también tiene un componente patrimonial que protege los derechos de los menores involucrados en estas uniones.
Por su parte, la representante Alexandra Vásquez resaltó que la prohibición se aplicará a todas las comunidades del país, sin excepciones, marcando un precedente en la defensa de los derechos de las mujeres y niñas. Según datos presentados por Vásquez, Colombia ocupa el puesto 20 en el ranking mundial de matrimonios infantiles, con un 28% de las mujeres contrayendo matrimonio antes de los 18 años.
Desde el Centro Democrático, el senador Honorio Enríquez elogió la medida como un triunfo en la lucha contra el abuso, la explotación sexual y los embarazos adolescentes, problemas que afectan tanto la salud física como mental de los menores.
Con la aprobación final y la próxima sanción presidencial, Colombia se suma a los esfuerzos globales para erradicar el matrimonio infantil, reafirmando su compromiso con la protección de los derechos de los niños y adolescentes.