Hoy, en la histórica ciudad de Cartagena, se dio inicio a la Cumbre Latinoamericana de Inteligencia Artificial, un evento que promete posicionar a Colombia como un líder regional en el ámbito de esta tecnología emergente. Organizada por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), la cumbre reúne a más de 400 asistentes, incluyendo expertos en tecnología, representantes gubernamentales, académicos y líderes del sector privado de toda Latinoamérica.
El presidente Gustavo Petro inauguró la cumbre destacando la importancia de que Colombia participe activamente en la revolución tecnológica que representa la Inteligencia Artificial (IA). El mandatario subrayó la necesidad de preparar al país para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que esta tecnología ofrece, asegurando que Colombia no puede quedarse rezagada en la puerta trasera del desarrollo tecnológico.
Durante el evento, se discutirán temas clave como la creación de una política pública en IA y la consolidación de una estrategia nacional que promueva el bienestar social, el desarrollo del talento humano y el aumento de la productividad. Este esfuerzo se enmarca en una serie de iniciativas previas del gobierno, como la alianza con Emiratos Árabes Unidos para el desarrollo de Data Centers y educación en IA, y la creación del Comité de Expertos de IA, que asesora sobre su implementación en el país.
En la cumbre ministros y autoridades de 18 países se reunirán para definir una postura conjunta sobre el desarrollo, uso y gobernanza de la IA en la región, con miras a establecer un marco ético y humanista para su aplicación.
El evento cuenta con el respaldo de importantes aliados internacionales, incluyendo la Unión Europea, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros, lo que refleja la relevancia de esta cumbre en el contexto global.
El objetivo es claro: consolidar a Colombia y a la región como líderes en la adopción de la Inteligencia Artificial, bajo un enfoque que priorice el desarrollo social y económico, respetando al mismo tiempo los principios éticos fundamentales.