El Centro Democrático atraviesa un momento de gran tensión política tras la publicación de una encuesta realizada por Invamer, que posiciona a Miguel Uribe Turbay como favorito para la candidatura presidencial de 2026. Las senadoras María Fernanda Cabal y Paloma Valencia, también precandidatas, criticaron fuertemente los resultados, generando una disputa pública que amenaza con fracturar la unidad del partido.
Según el sondeo, Uribe Turbay lidera con un 43,8% de favorabilidad, seguido por Cabal con un 23,3%, y Valencia más rezagada con un 7,8%. Ambas senadoras denunciaron que la encuesta fue manipulada, sugiriendo que empresarios afines a Uribe Turbay habrían intervenido para favorecerlo a pocos días del foro de precandidatos en Barranquilla.
Cabal y Valencia expresaron su inconformidad a través de redes sociales, acusando a la campaña de Uribe Turbay de “cruzar la línea ética” y alertaron sobre el riesgo de implosión dentro del partido si no se aborda la situación. Además, cuestionaron la transparencia de la encuesta y compararon la situación con la baja popularidad de la vicepresidenta de EE. UU. UU., Kamala Harris, insinuando que Uribe Turbay podría enfrentar un destino similar.
El conflicto dentro del Centro Democrático se agudiza, a pesar de un acuerdo de no agresión firmado previamente entre los precandidatos para mantener la unidad. Este enfrentamiento deja en evidencia las profundas fisuras en el partido, mientras se espera un pronunciamiento oficial de su líder, Álvaro Uribe Vélez. La encuesta ha desatado un debate interno sobre la imparcialidad y la influencia de factores externos en la contienda presidencial de 2026.