El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, confesó que el asesinato y desaparición del líder indígena Kimy Pernía en 2001 en el departamento de Córdoba, fue un crimen de estado.
Afirmó que recibieron de las Fuerzas Militares la orden de asesinarlo y desaparecerlo y su cuerpo fue lanzado al Río Sinú en el planchón de Calleja en Córdoba.
Este acto fue dicho en la Comisión de la Verdad, en donde Mancuso, desde Estados Unidos, habló con la hija del líder indígena Embera Katío Kimy Pernía Domicó,
“Empezaron acciones sistemáticas del Estado Colombiano guiadas a debilitarlos a ustedes y terminar cualquier intento de reivindicar o materializar sus derechos. Es por esto que empieza a censarlos, no permitirles ingresar alimentos libremente (…). Ustedes veían que el Ejército y nosotros hacíamos retenes, tirábamos al río la cantidad de alimentación que subían de sus comunidades que señalaban como colaboradores de la guerrilla y en otras como miembros de la guerrilla”, dijo Mancuso.