Por Alejandra Peña
El pasado 9 de julio se desprendió un árbol en el sector y los habitantes ven grietas de hasta 15 centímetros de ancho.
Residentes del barrio Rosales, en la localidad de Chapinero de Bogotá, se encuentran preocupados por la continua caída de piedras y árboles que se ha presentado en los últimos tres meses.
Pese a que han denunciado la situación con autoridades locales y distritales, nadie se ha pronunciado al respecto y temen que la situación empeore, pues dicen estar ante un posible derrumbe, que si se presenta, puede ser inminente y terminar en un gran desastre en el sector.
“Esperamos que esto no termine en daños irreparables de vidas y bienes materiales”, afirmó un habitante del sector, quien desde hace más de 10 años viene advirtiendo sobre el peligro que se presenta.
“No solo no se han cumplido (las medidas para mitigar el riesgo), sino que en aquel entonces no se valoraron los riesgos”, declaró el residente.
Varios edificios ya han solicitado que las autoridades locales evalúen el arbolado de los predios porque representan un grave riesgo de caída.
“Los árboles representan un grave riesgo para las edificaciones aledañas y también para los residentes que transitan a diario por acá”, expresó la administradora del edificio Altos de Belmonte I, Elsa Villamil.
“Nos preocupa que esos edificios se puedan venir abajo”, añadió con angustia.
Mientras tanto, los vecinos siguen insistiendo a la alcaldía de Bogotá que se manifieste frente a este problema y, por ahora, tratan de mitigar ellos mismos la situación poniendo un plástico de 9 metros de ancho, con el fin de que las grietas no se abran más ni se infiltren las aguas para que se desprenda material de tierra.