domingo, diciembre 8

75.000 hectáreas de la Amazonía colombiana fueron deforestadas en 2020

Por Colprensa

La Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) realizó un análisis de lo que ha sido la deforestación en el bioma amazónico colombiano durante el 2020.

A pesar de la importante disminución de la deforestación registrada en 2019 (por sistemas de monitoreo como MAAP, que reportó alrededor de 55.000 hectáreas), resultados preliminares de la investigación mostraron que hubo un cambio abrupto en 2020 y se incrementó significativamente, superando las 75.000 hectáreas al 15 de abril.

La entidad resaltó que existió un periodo “retrasado” de lluvias que cayeron entre diciembre y las primeras semanas de enero, que aplazaron momentáneamente la quema de bosques en 2019.

Sin embargo, las zonas con condiciones de gobernabilidad baja, con presencia de actores armados y dificultades y/o amenazas para la presencia de programas o instituciones ambientales, son los principales focos de alta deforestación.

Los principales afectados han sido los resguardos indígenas ubicados en el noroeste amazónico, como Yaguara II y Nukak Makú, debido a los procesos crecientes de invasión. Vías, registro de veredas, apertura de fincas ganaderas, cultivos de coca, hacen parte de un complejo menú de actividades ilegales que deterioran significativamente estos resguardos y la expectativa de regreso a su territorio.

El estudio mostró su preocupación por este panorama, pues los 280 kilómetros de vías que estaban bajo el bosque han empezado a ser despejadas a cielo abierto en los primeros cien días del año y registran un proceso de apertura de lotes y fincas de diferentes tamaños.

Asimismo, el hato ganadero ha aumentado en más de 690.000 cabezas en los últimos 4 años. En los municipios más afectados por deforestación alrededor de Chiribiquete, cerca de 290.000 hectáreas han sido tumbadas.

“Un incipiente pero rápido crecimiento de cultivos de eucalipto y palma en la Reserva Forestal se presentan en las sabanas de la Fuga, Guaviare, e inclusive ya se ven terrenos mecanizados al interior del resguardo Nukak. Llama la atención que estos cultivos han sido rechazados por Fedepalma en virtud de la ilegalidad de estos” resaltó la FCDS.

También se ha descubierto un foco creciente y significativo de deforestación en el municipio de Mapiripán (Meta), que avanza rápidamente hacia las selvas del resguardo de Matavén y deterioro de la condición forestal en la zona del Yarí-Caguan.

Otro aspecto alarmante que encontró la Fundación es que desde mediados de febrero de 2020 los guardaparques de los parques Puré, Apaporis, Chiribiquete, La Paya, Macarena, Tinigua y Picachos; así como las reservas naturales de Puinawai y Nukak fueron sacados de sus lugares de trabajo por presuntas disidencias de las Farc, dejando sin la presencia de funcionarios y sin gestión ambiental con comunidades locales a por lo menos 9 millones de hectáreas de selva.

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