por Carmen Anachury
Cada vez que lo trae el pensamiento. Dice Rubén Blades en su emblemática canción del álbum Buscando América.
Así debe ser para las familias que hoy a esta hora no saben de su hij@ desaparecid@.
Quien l@ tiene?
Porqué?
Para qué?
Que más hago?
Quién me ayuda?
Esas y otras preguntas más seguramente martillan la cabeza de quienes llevan horas, días, meses y hasta años sin que haya tranquilidad emocional ante un hecho tan execrable como llevarse a la fuerza o con engaños a un menor de edad.
No creo que se pueda alguien acostumbrar a vivir con esas preguntas día a día, pero en Colombia este flagelo como tantos otros más, habla de una cultura y sociedad que tiene niveles muy bajos de amor, respeto, acciones protectoras hacia los NNA(niños, niñas, adolescentes) , una sociedad donde la norma desde la Constitución Nacional de 1991 hasta la ley de infancia y adolescencia son en muchos casos letra muerta. Se proclama pero las acciones preventivas no son satisfactorias.
La pobreza estructural, la marginalidad, la exclusión junto con valores éticos morales y sociales trastocados, los golpea de forma inclemente frente a la oportunidad de construir y llegar a feliz término proyectos de vida acordes con sus sueños, necesidades y expectativas.
Nuestros NNA viven expuestos a una sociedad desquiciada, están cercados por la mano aterradora del tráfico y explotación sexual, abusos y maltratos que dañan su psique y su cuerpo de forma indeleble.
Por eso es que hoy cuando un NNA es desaparecid@, todas las organizaciones sociales que promueven y defienden DD HH de tod@s, debemos hacer eco sin vetos, sin celos o resquemor alguno por unir esfuerzos que permitan encontrar una luz para que las “autoridades” hagan su trabajo de forma exitosa.
El asunto no es meterse en el rancho de la PONAL sino presionar, gestionar acciones mediáticas por redes o el territorio para hacer eco por solidaridad frente a lo que está viviendo una familia con un NNA desaparecid@.
Todas las voces suman porque debemos sentir como propio el no tener certeza alguna de su paradero. No debe haber vetos para ayudar a buscar, pero si es importante articular saberes y experiencias por una misma causa que es humanitaria. No es un asunto personal ni de organización alguna. Es humanitaria . Si es un asunto para tratar con prudencia y sensatez.
Les dejo este artículo que salió en el periódico El Tiempo para que Uds vean la gravedad de lo que está ocurriendo en el país. Las cifras lo dicen todo.
Es hora que la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer en el Senado de la República que se ocupa de este tema, prepare, convoque y desarrolle un debate de control político a las autoridades competentes, frente a que las estadísticas del 2020 muestran 1579 NNA desaparecid@s osea el 34%del total de desaparecid@s en el pais. 811 aparecieron con vida. 10 sin vida. 758 siguen desaparecid@ y el mayor grupo oscila entre los 15 y 17 años. Terrible!
Se le debe a las familias de esos NNA una explicación y por demás también a la sociedad civil que muchas veces se comporta como si esto fuese parte del paisaje.
#NoMeOlvides
https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/menores-de-edad-desaparecidos-en-colombia-cifras-e-historias-568511