Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Nunca pensamos que la Pantera Rosa pudiese trabajar en llave con James Bond.
Resulta que el muy ineficiente fiscal Francisco Barbosa le pidió prestado el jet Gulfstream al agente 007 y con él voló hasta Quito –valiéndose de su triple personalidad de Pantera, Bond y fiscal– con el ánimo de esclarecer cómo era que en Ecuador se podía hacer elecciones limpias mientras que en Colombia no. La misión de la Pantera que aceptó sonriente era ir a ‘empuercar’, con base en chismes y mentiras, a uno de los candidatos.
Es obvio que aquí nuestro Súper Agente 86 estaba al servicio de CAOS, que es lo que a él y a sus jefes de Colombia y EE.UU. les interesa. Cierto es que en Colombia el Fiscal no descubre nada, sino que tapa todo. Es vox populi la reunión que Odebrecht mantuvo en Panamá con la élite uribista, entre los que se contaban Andrés Felipe Arias –hoy cobijado por un régimen penitenciario que no nos es muy claro–, pero la Pantera Rosa se puso los anteojos de Mr. Magoo y no vio ni descubrió nada. ¡Nada! A la oficina de su cargo se le había pedido que investigara la denominada neñepolítica y hasta ahora este hábil sabueso no ha podido olfatear nada. Mejor le va a un sabueso con sinusitis que al más importante investigador del país. Pero eso sí, en cada oportunidad que se le presenta a nuestro fiscal este dice estar luchando “de frente” contra la corrupción. Quienes esto escribimos no hemos logrado encontrar cuál es la corrupción que dice combatir, porque la que nosotros observamos –al igual que muchos colombianos– está ahí, más que evidente.
La investigación que se fue a hacer extra-territorio a Ecuador es un acto de mala leche y al respecto nuestro querido amigo ‘Potecito’ Samper comentó: “Como si no bastaran las lecciones aprendidas por la reciente interferencia del partido de gobierno de Colombia, el Centro Democrático, en las elecciones estadounidenses a favor del candidato Trump y en contra del presidente Biden en el estado de Florida, ayer se hizo público el viaje del fiscal de Colombia para “compartir” con su colega del Ecuador información reservada que sería utilizada contra el candidato ganador Andrés Arauz durante la segunda vuelta presidencial”. Analizando las conclusiones y supuestas pruebas que Semana presentó en su investigación, –la cual causó una rápida reacción del fiscal, a diferencia de las masacres que no hacen parte de las “competencias” ni del “rol acusador” de la Fiscalía según el letrado Barbosa– Samper concluye que esas versiones son una “infamia y forman parte de un juego sucio que están orquestando desde Colombia los sectores radicales de la derecha de los dos países para interferir en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ecuatorianas”, opinión que suscribimos sin lugar a duda.
El ex-presidente termina su declaración con esta frase: “… deploro que el gobierno colombiano no aprenda de sus propios errores y fracasos internacionales como promover, de forma tan burda, una campaña sucia para afectar las elecciones de un país vecino y amigo”. La observación de Samper merece especial consideración, teniendo en cuenta que se rumora por estos días la llegada a la Cancillería de una funcionaria con poquísima experiencia en política exterior –que parece ser el requisito para ser considerado a un alto cargo del Estado–. Queremos creer que la actual jefe de gabinete de la Presidencia y presunta futura canciller ha tenido oportunidad de leer el preámbulo de la Constitución, en el cual se señala con absoluta claridad que el pueblo de Colombia está “comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana”.
Citábamos arriba a Ernesto Samper textualmente porque si no nuestros envidiosos detractores son capaces de llevarnos a los estrados judiciales con cualquiera de los cargos que día a día se inventan para taparle la boca a quienes queremos opinar.
Nuestra Pantera Rosa está totalmente desubicada, la podríamos meter en una caja de juguetes y se pierde jugando a las escondidas. Tan solo miremos una estadística: más del 90% de los delitos cometidos en el país se quedan en la impunidad. Durante su primer año a cargo de la Fiscalía, el abogado con “la mayor formación [entre] personas de [su] edad en este país” –según él mismo– no ha logrado mejorar los indicadores de gestión, por lo cual nos preguntamos: ¿a qué se dedica Barbosa? ¿Por qué anda inmiscuido en asuntos de política exterior en vez de hacer la tarea que se le ha encomendado? ¿Cuál es el interés detrás de afectar la relación entre Colombia y Ecuador? ¿Qué le impide a Barbosa darse cuenta de la podredumbre en la que está parado y por qué no toma acciones para mejorar?
Esta foto nos muestra en qué andanzas está nuestro fiscal. Amigos sureños, ese tamal puede que esté mal, huélanlo bien pues nuestros servicios de inteligencia han demostrado estar muy desinformados. Nosotros tratamos de comunicarnos con Scotland Yard para ver si nos otorgaban la dirección de Sherlock Holmes, quien podría ayudarnos a resolver toda esta trama, a lo cual nos dijeron que compartía residencia con el ex-ministro Holmes Trujillo, es decir, está en la otra vida.
Las investigaciones que se hacen en Colombia y que se encomiendan a altos heliotropos son las mismas que el doctor Virgilio Barco le pedía a su entonces director de la Policía, general José Guillermo Medina Sánchez, quien años después terminó preso por negocios con el narcotráfico. Los servicios de inteligencia adscritos a la Policía se pusieron al servicio de la organización de Pablo Escobar al cumplir instrucciones de los mandamases de la coca, en las narices del Gobierno Nacional. El presidente Barco y el general Samudio, en ese momento Ministro de Defensa, parecían no ver ni escuchar las advertencias que se les hacían. Hay que preguntarle al periodista Alberto Donadio quiénes eran los consejeros de los organismos de inteligencia en época de Barco.
En su nueva labor, al fiscal Barbosa le queda la posibilidad de acudir al Fantasma –de la historieta estadounidense The Phantom– para que le ayude cortándole la cara a su enemigo con el anillo de la calavera, rompiéndole la cara al marica. Por nuestra parte tratamos infructuosamente de llamar a otro reputado investigador: el Chapulín Colorado, quien nos manifestó que estaba muy ocupado indagando sobre la fuente de los ladrillos con los que Trump planeaba hacer su muro de contención. Acto seguido recurrimos a Tarzán para que nos diera una mano con Barbosa y desde la selva profunda nos dijo que no le quedaba tiempo, pues estaba buscando todos los “miquitos” que se le habían ido del Senado a su ilustre presidente Char. Esperemos entonces a ver en qué concluye esta investigación llevada adelante por los mejores tiras o investigadores del mundo en la esquina de Sudamérica.