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El general Hoover Penilla desconoce que existió una cadena de mando que determinarán las actuaciones de la policía en el uso de las armas y responsabiliza a las redes sociales de manipular la realidad.
Tras los recientes asesinatos y cientos de heridos que ha dejado la intervención de la fuerza pública en las manifestaciones, el general Hoover Penilla, actual coordinador para el COVID-19 ante Presidencia, se manifestó frente a los abusos de la autoridad.
“Los policías no necesitamos que alguien nos ordene para hacer uso de las armas o de los elementos del servicio, nosotros analizamos las circunstancias y de acuerdo a ello actuamos y respondemos individualmente. Para eso estamos”, expresó Penilla.
Según el general, las actuaciones de los policías durante las recientes protestas están justificadas en que éstos estaban prestando un servicio con sus elementos y no salieron a controlar una marcha
“Estos policías no estaban controlando una marcha, no salieron al servicio ese día a controlar una marcha, a una manifestación, salieron a prestar un servicio en los centros de atención inmediata e iban con sus elementos del servicio”, señaló.
Adicionalmente, responsabilizó a las redes sociales de manipular la realidad para generar las protestas y pidió el respaldo de la ciudadanía “Lamentable todo lo que ha sucedido, pero los policías que están en este momento a lo largo y ancho del país también necesitan que ustedes, la sociedad colombiana nos respalde. Respondemos por lo malo que hagamos, damos la cara, pero también necesitamos que ustedes estén con nosotros”.
Por otra parte, la opinión pública cuestionó las afirmaciones del general Penilla frente a la negación de las cadenas de mando que existen en la Policía Nacional responsables de impartir las instrucciones y actuaciones individuales de sus agentes.
Me queda una duda. No existe una cadena de mando en @PoliciaColombia ? Cada agente responde de manera individual, pero no hay superiores que den instrucciones?
— Ricardo Ospina (@ricarospina) September 14, 2020
Asimismo, piden que se determine la responsabilidad sobre quien ha dado las órdenes para disparar a la población civil y se cuestiona que se desvíe la inconformidad de la ciudadanía ante el inminente abuso de la fuerza pública a una estrategia incubada desde las redes sociales para desconocer las falencias de las autoridades.