jueves, octubre 10

¿El Decreto 1174 o la instauración de la Esclavitud Moderna?

Por David Flórez / TW:  @DavidFlorezMP

¡No más! El uso oportunista por parte de Iván Duque de la grave situación que ha generado el Covid 19 y el uso abusivo de los poderes que le otorga el estado de emergencia, son una ofensa cotidiana para las mayorías y ponen en grave riesgo los Derechos fundamentales de millones de personas.

Y digo que son un abuso cotidiano porque desde que se declaró el estado de emergencia a la fecha, el Presidente y su ministros han expedido 686 Decretos entre reglamentarios u ordinarios, casi 5 por día, algo nunca antes visto en nuestra historia, toda una avalancha normativa que pasa desapercibida en medio de las preocupaciones que generan los millares de muertos y enfermos que produce la pandemia, pero que no por pasar por desapercibida deja de ser importante, de hecho en esos decretos se puede encontrar de todo, pero especialmente enormes atropellos para las mayorías y multimillonarios regalos para los amigos del Presidente y del Uribismo.

El mejor ejemplo de esto, pero no el único, es la terrible contra reforma laboral que trae consigo el Decreto 1174 que afectará gravemente a la clase trabajadora y por la otra cara de la moneda, el regalo multimillonario de 470 millones de dólares a AVIANCA a partir de un uso a todas luces corrupto del fondo para la atención de la emergencia del Covid 19 (FOME) creado con el decreto 440.

Fiel a la tradición Uribista que tanto gusta del uso de eufemismos, donde las masacres son homicidios colectivos, los desplazados son migrantes internos y los asesinatos son falsos positivos, el Decreto 1174 llama crear piso de protección social al incentivo exponencial de la contratación con pagos inferiores al salario mínimo y al fin de la afiliación al régimen contributivo en salud, el Derecho a pensión, cesantías y el aseguramiento de riesgos laborales de millones de trabajadores y trabajadores en Colombia.

Un enredado nombre para ocultar la realidad:  la peor contra reforma laboral en décadas, un esperpento mayor que las órdenes de prestación de servicio. Pongámosle el nombre que merece, el Decreto 1174 es la instauración de la esclavitud moderna.

Este Decreto obligará a las y los trabajadores Independientes o dependientes que ganen menos de un salario mínimo a afiliarse a partir del 1 de Febrero de 2021 al “Piso de Protección social” que estará compuesto por un paquete que incluye afiliación al régimen subsidiado en salud (aunque no sea correcto el término es a lo que la gente le llama SISBEN), Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) y un seguro inclusivo, como ven todo esto suena muy bonito pero no se dejen confundir, tal y como acostumbran los tecnócratas estos son nombres extraños para confundir, por eso es mejor que miremos cosa por cosa.

Con esta nueva normatividad los empleadores van a pagar solo el 15% respecto al salario del trabajador para su afiliación al piso de protección social, mucho menos de lo que pagan actualmente en un contrato laboral, razón por la cual más que crear nuevos empleos esta reforma lo que hará es promover que los actuales contratos de trabajo o por prestación de servicios pasen a esta perversa modalidad del Piso de Protección social, así mismo incentiva que con el precario  monto que equivale a un salario mínimo ya no se le pague a un trabajador, sino a tres, lo que afectará directamente el ingreso familiar, ya que como es bien sabido es muy común en nuestro país que solo una persona del núcleo familiar pueda trabajar.

Poniéndolo en matemáticas simples mientras antes una familia sobrevivía con 877 mil pesos equivalentes al salario mínimo ahora lo tendrá que hacer con 290 mil pesos al mes, pero peor aún, si tenemos en cuenta que según el DANE en Colombia un hogar está conformado por tres personas, esto nos indica que cada una de ellas no se podrá gastar más de tres mil doscientos pesos al día, menos de un Dólar por día. Una cifra que según los estándares internacionales está catalogada como la Indigencia. Apenas para un país donde 4,8 millones de personas pasan de tener tres a dos comidas diarias. El decreto 1174 se sentirá en el hambre de las y los Colombianos.

Como si esto fuera poco, el cambio del régimen contributivo de salud al subsidiado de salud aún en los casos de contrato laboral que gane por debajo del mínimo traerá consigo el final de las licencias de maternidad y paternidad, las incapacidades laborales por enfermedad. De igual forma el llamado seguro inclusivo en reemplazo del seguro de riesgos laborales significa que las y los trabajadores ya no tendrán derecho a la pensión por invalidez en caso de accidente laboral ni al pago de incapacidades por enfermedades laborales, ni siquiera en los trabajos de alto riesgo. Todo esto, justo cuando cientos de gremios luchan para que el Covid 19 sea reconocida como una enfermedad laboral debido a que puede contraerse por el estrecho y masivo contacto social que demanda el ejercicio de sus profesiones.  Muerte y enfermedad  de cientos de miles de personas traerá consigo el decreto 1174 si se tiene en cuenta que según FASECOLDA solo en 2018 600 mil personas sufrieron accidentes laborales.

Y la cereza del pastel es el fin de las pensiones para quienes devenguen menos de un salario mínimo, ahora tendrán un beneficio económico periódico, tremendo nombre para tamaña limosna, ya que no es otra cosa que la devolución al trabajador o a la trabajadora de sus aportes, lo que actualmente equivale mensualmente para el 42% de las personas que la reciben cifras entre 40 mil pesos y 100 mil pesos mensuales, sobra decir que las pensiones por sustitución o sobrevivencia serán bellos recuerdos del pasado. El Decreto 1174 serán miles de adultos mayores, quizás nosotros mismos viviendo una vejez indigna.

Sinceramente si este atropello y las masacres sin fin no nos indignan, no nos dan rabia, estamos sencillamente jodidos, pero desde la terca y consciente esperanza sé que lo harán, sé que gritaremos y demandaremos, ahí están los importantes llamados de protesta para el 4 y 21 de Septiembre, a movernos, a aguzarnos que nos están velando.

 

 

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