domingo, diciembre 8

Las 12 estrategias del narcofascismo

Por: Jorge Aguilera Periodista y Ph.D en Comunicación Organizacional

Identificaré en este artículo al narcofascismo como aquella tendencia política iniciada durante el gobierno de Ronald Regan en la que agencias norteamericanas patrocinaron o se aliaron con grupos de narcotraficantes para poder incidir políticamente en los países donde tuviesen operación.

Producto de esta alianza surgieron movimientos políticos a partir de estructuras criminales del narcotráfico con la protección del gobierno norteamericano siempre y cuando se retroalimentaran en capital, armas, protección del negocio del narcotráfico y control político de los países para beneficiar los intereses estadounidenses.

El primero en describir esta alianza sería el periodista norteamericano Gary Webb quien describiría con lujo de detalles esta práctica en su libro “Alianza Oscura” de 1998 y que daría origen al escándalo conocido como Irán-Contras. (También se puede ver la película “Matar al Mensajero” basada en estos hechos).

Con esta fórmula de sectores del narcotráfico conformando partidos políticos de extrema derecha surgieron gobiernos como el de Manuel Antonio Noriega cuya defensa presentó los acuerdos con las agencias norteamericanas en donde le garantizaban “protección comercial” a cambio del control geopolítico de la región.

Descripciones similares hacen la periodista mexicana Anabel Hernández en su libro El Traidor y Virgina Vallejo en “Amando a Pablo, Odiando a Escobar”.

Una vez hecho este preámbulo, procedo a describir 12 estrategias comunes en estos movimientos:

  1. Espiar:

Es común en estos movimientos el espionaje de grupos opositores, incluso utilizando los servicios de inteligencia del Estado a quien las agencias de cooperación le han facilitado tecnología para llevar a cabo este tipo de prácticas.

  1. Chantajear:

Una vez obtenida información confidencial, si la hay, someten opositores, jueces y periodistas, vía chantaje para “neutralizarlos” o quitarlos del camino.

  1. Mentir:

Es característico de estas organizaciones el montaje de grandes infraestructuras de información falsa, perfiles, sitios en la red, influenciadores, líderes de opinión e incluso periodistas y medios de comunicación.

Todo ello para en caso tal no encontrar información sensible sobre sus “objetivos de interés” se puedan construir narrativas falsas que permitan destruir a quien se oponga a sus planes. Es fácil identificar en estos movimientos quién se dedica a eso y a través de qué medios.

Falacias, montajes, suplantaciones, calumnias, serán algunos elementos mínimos de sus formas de mentir.

  1. Negar:

En caso de ser sorprendidos, incluso ante las evidencias más fehacientes, lo negarán todo, incluso en ocasiones con vehemencia.

  1. Victimizarse:

Otra de las opciones estratégicas al ser descubiertos en sus delitos es declararse perseguidos, decir que no tienen garantías o que la ley tiene sesgos ideológicos que los persiguen.

  1. Desprestigiar:

Uno de los mecanismos comunes de contraataque – recuerden que jamás aceptarán sus delitos – es el desprestigio de quienes los denuncian. De allí que sea común que en lugar de defenderse con argumentos de las imputaciones que se les hacen, optan por atacar a los jueces, a los testigos, a los demandantes a las víctimas o cualquiera que pueda brindar una versión contraria a lo que les interesa.

No hay que olvidar que son organizaciones acostumbradas a estar por fuera de la ley, por tanto su defensa nunca estará dentro de ella, será un contraataque a la sociedad y a las instituciones. Nada extraño, son y serán organizaciones anti-sociales.

  1. Intimidar:

Parte de su estrategia de sometimiento mafioso es la intimidación, contarán con personas vinculadas directamente o contratadas para ello, encargadas de “intimidar al rebaño”, al mismo estilo que funciona una banda de atracadores, parte de la banda intimida para que quienes cometen el delito puedan salir impunes.

  1. Amenazar:

Su actuar criminal se hará aún más visible en este punto, las acciones intimidantes pasarán a amenazas personales, a la integridad individual o familiar.

  1. Coptar:

Una de las características que trae el narcofascismo del fascismo es someter a las instituciones, al Estado y a la sociedad.

No son organizaciones democráticas, no conciben la participación ciudadana sino el sometimiento o el exterminio de quien consideren contrario, de allí su aversión a características democráticas como la separación de poderes.

Primero los cargos públicos serán controlados exclusivamente por “miembros del partido” y después la sociedad, Juntas gremiales, medios de comunicación, etc.

  1. Corromper:

Sus ansias por coptar el Estado, por someterlo, no son una necesidad de poder sino de control. La ambición por el control absoluto está generalmente acompañada del saqueo, de allí que este tipo de movimientos generalmente deja una estela de desfalcos, fraudes, robos, peculado en favor de terceros o en el favorecimiento de ilícitos para las organizaciones criminales que los acompañan.

  1. Asesinar:

Sin el menor asomo de escrúpulos, del valor de la vida y al mejor estilo de los cárteles de la droga, los seguidores de estos movimientos no dudan en asesinar.

La muerte de opositores actuales o futuros, periodistas, jueces, testigos y de ser posible magnicidios (Asesinato de personas que reflejen los valores de la sociedad), serán sus objetivos por una razón muy sencilla, buscan eliminar cualquier posibilidad de obstáculos a su forma de actuar, incluyendo el rechazo y la vergüenza social que les causan sus delitos.

De allí que durante sus gobiernos las cifras de masacres, asesinatos y desaparecidos son aterradoras.

  1. Borrar:

Parte de su interés en coptar el Estado radicará en poder borrar los rastros de sus delitos. Eliminarán, mutilarán, alterarán archivos o simplemente, los desaparecerán.

Su habilidad para mentir les permitirá desarrollar un nuevo lenguaje en donde las víctimas de sus delitos dejan de serlo e incluso el delito jamás fue cometido.

Ante este tipo de avanzadas que han sido catastróficas para las sociedades y la humanidad, el único remedio es la acción unificada de los ciudadanos para hacer respetar sus valores e instituciones y someter bajo la ley a los ideólogos del delito y sus cómplices.

Artículo de opinión que refleja exclusivamente los puntos de vista de su autor y no compromete el pensamiento o la opinión de Cuarto de Hora.

 

 

 

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