Las víctimas fueron identificadas como Samir Rosero y José Manuel Rosero de 24 y 17 años de edad, quienes eran familia. Los terribles hechos sucedieron el 3 de febrero en el resguardo de Alto del Rey en el Tambo, Cauca.
De acuerdo con las autoridades indígenas, los jóvenes se encontraban disputando un partido de fútbol en las horas de la noche, después de esto fueron interceptados por hombres armados, quienes les dispararon en repetidas ocasiones, posteriormente, dejaron los cuerpos abandonados en una vía aledaña al lugar de los hechos.
Junto a los cuerpos, los hombres dejaron carteles intimidantes en contra de la comunidad indígena acusándolos de actos delincuenciales y citando nombres de otros comuneros que serían objetivo militar.
El tercer homicidio fue contra el líder indígena y comunero Ovidio Alimeza Llantén, quien fue asesinado cuando se movilizaba hacia el funeral de los dos indígenas.
Cerca al lugar donde se estaban realizando las exequias, un hombre se acercó a líder comunero propinándole varios disparos y saliendo del lugar en una camioneta que no logró ser identificada.
Los líderes de las comunidades indígenas del Cauca, rechazaron los hechos de violencia que se agudizan en la región y adjudican la responsabilidad por omisión de estos actos al Estado y demás autoridades militares del país.
Desde el CRIC señalaron: “Responsabilizamos al gobierno nacional en cabeza del presidente de la Republica de Colombia IVAN DUQUE MARQUEZ, al Ministerio del Interior, Dirección de Asuntos Indígenas Rom y Minorías, Ministerio de Defensa, Policía Nacional/ Gobernación del Departamento del Cauca, porque han hecho caso omiso a las solicitudes de reconocimiento y fortalecimiento de los mecanismos de protección colectiva de las comunidades para la salva guarda del territorio, la vida y la paz. De igual manera a los grupos armados legales e ilegales y grupos de narcotráfico que atenten en contra de la vida de comuneros, guardia indígena y autoridades tradicionales de los territorios.”.