Carta a un hebdomadario

Por: Jorge Rojas Rodríguez, periodista, escritor y defensor de DD.HH.

Señores
Consejo editorial
Revista Semana

Publican ustedes una portada incendiaria y llena de odio con la vana intención de atribuirle a Petro la responsabilidad por lo que ocurre en el país.

Contribuyen ustedes a desatar el odio y a personalizar la violencia, poniendo en riesgo a un senador de la republica que aspira a ser presidente, a su familia y a las personas que apoyan sus propuestas políticas.

Es fascismo disfrazado de periodismo.

No pretendemos indulgencia, ni siquiera objetividad de quienes orientan la línea editorial de la revista. Ustedes tienen el derecho a la libre expresión que siempre defenderemos como un principio de la democracia. Ya no es SEMANA un ejemplo de equilibrio de la información, ni un referente de la ética de ese bello oficio. Así que, más que un asunto periodístico, es un problema político que involucra al jefe de la oposición.

Se equivocan si creen que la protesta social que ocurre hoy en Colombia es responsabilidad de una persona, menos si se trata de quien desde antes de la pandemia ha venido advirtiendo sobre la crisis social, la desigualdad y la pobreza, resultado de un modelo extractivista que se sustenta en una economía fósil y no en la productividad y el trabajo como fuentes primarias del desarrollo. Petro advirtió que con la ley de financiamiento el país exoneraba de tributación a los grandes conglomerados económicos y alertó sobre el endeudamiento desmedido para cubrir el déficit y sus palabras cayeron en el vacío. Petro propuso, sin éxito, una reunión con el presidente Duque y le ofreció apoyar un plan que permitiera hacer frente de manera efectiva a la pandemia. Como muchos líderes del país el senador de Colombia Humana se opuso a la Reforma Tributaria de Uribe y Carrasquilla que pretendía cubrir el hueco fiscal gravando la renta de los trabajadores en tiempo de desempleo y poniéndole impuestos a la comida en tiempos de hambre. Dijo que esa reforma podía generar un estallido social y pidió que la retiraran, formulando propuestas derogar la ley de financiamiento para recuperar ingresos que pueden orientarse al gasto social y a apoyar la pequeña y mediana empresa. Propuso una renta básica para reducir la pobreza y reactivar el consumo y la producción. Desde hace años Petro insiste en la gratuidad en la educación pública superior y en la reactivación de la economía rural para producir alimentos y no lo escucharon, lo llamaron populista.

El paro nacional es hoy el resultado de mucho años de inequidad, injusticia social, discriminación y olvido. Son millones de personas cansadas de ver que crece la desigualdad y aumenta la pobreza, generaciones sin futuro, trabajadores que salen del mercado laboral y caen en la miseria.

Esta crisis se hubiera podido evitar con diálogo y reformas a tiempo, pero el gobierno no entendió el momento social y siguió de espaldas a la realidad y de la mano de los privilegiados.

La violencia no es el camino para exigir los cambios y el tratamiento de guerra que le están dando a la protesta social no es la vía para resolver los conflictos.

La protesta en Colombia es un derecho constitucional y en el mundo los pueblos han derrotado el apartheid, el fascismo, la discriminación o han preservado la democracia y han avanzado como sociedad porque no se quedan inmóviles frente a la injusticia.

Negar esas realidades es el primer error. No cambiar y tratar de imponer un modelo fracasado, es una terquedad que cuesta vidas, atribuir lo que ocurre a la persona que advirtió lo que iba a ocurrir es temerario e irresponsable.

Se requiere de mucha comprensión, diálogo y generosidad para buscar una salida democrática a la crisis. Ojalá se abra el camino de una tregua para dialogar. La propuesta de Petro ha sido que el gobierno y el Comité del Paro acuerden lo fundamental para lograr una PAZ SOCIAl: permitir la visita de la CIDH, respeto a los derechos humanos y garantías para la protesta social, gratuidad en la educación pública superior, renta básica universal y reforma a la Ley 100, entre otras reivindicaciones.

Que dialoguen con los jóvenes en las barriadas y con los pueblos indígenas en sus territorios, pero cumplan lo pactado y no prolonguen más la injusticia.

A Duque le queda algo más de un año. Petro se ha mostrado dispuesto a reunirse con el presidente para buscar esos caminos de paz social y para preservar la democracia.

Señores de la Revista Semana, su portada incendiaria no ayuda a construir esa nación que necesitamos, una nación en la que quepamos todos, incluidos ustedes.

2 Comments on "Carta a un hebdomadario"

  1. Excelente carta y todo muy cierto, pero que miedo me produce Petro, tanto como el que diga Uribe! Imposible que estemos condenados sólo a esas dos opciones! Las dos iguales de perversas!

  2. Wilson Rincon | 23 mayo, 2021 at 6:37 pm |

    Excelente analisia

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