Por Ana Cristina Muñoz
Nodo Nacional de Mujeres de Colombia Humana SOMOS.
Hace más de un año, luego de terminar la campaña al concejo de Bogotá, iniciamos la campaña por la vida. Esta vez con una motivación muy grande basada en la comprensión real de lo que significa defender la vida, aún cuando sientes que la fuerza de la muerte ha tocado de manera directa contigo, con tu contexto, con tus afectos, con tu entorno, con tu cotidianidad, cuando sientes que el dominio de la muerte se ha llevado a tus amigos y hermanos del alma, a quienes te han inspirado a lo largo del tiempo. En mi caso las fuerzas de la muerte que han dominado hegemónica e históricamente a mi país, se llevaron a mi amiga y hermana Cristina Bautista, una extraordinaria mujer joven, y gran lideresa social, cuyo tesón y pujanza la llevaron a convertirse en una autoridad indígena del municipio de Tacueyo Cauca, ni más ni menos en Gobernadora NASA a sus 29 años de edad.
Cristina además de llevar las raíces de la cultura indígena, era una mujer cristiana. Ella lograba reunir las cualidades de una líder auténtica, una líder que en poco tiempo hizo importantes contribuciones para su comunidad, gracias a eso se ganó el corazón del territorio, así como también la admiración de muchos líderes políticos a nivel nacional.
El 29 de octubre, cuando salía de corferías y me dirigía a casa, eran como las 6:00 pm, iba en transmilenio hacia Soacha, luego de una larga jornada de reconteo de votos en corferías para recuperar la cuarta curul de la Colombia Humana, hoy ocupada por la honorable concejala Susana Mohammad.En ese momento entro a mi cuenta de twitter y la primera noticia que leo es sobre el asesinato de Cristina Bautista, junto con 6 miembros de la guardia indígena, entré en chok, no lo podía creer pensé y deseé con todo mi corazón esta fuera una de esas tantas noticias falsas que abundan en las redes sociales, pero no fue así. Entonces llegué a mi casa y pensé en escribirle al mayor Luis Fernando Arias presidente de la ONIC, para pedirle que me ayudara a llegar a territorio, le dije que así fuera en la parte de atrás de un camión me ayudara a llegar, esto porque luego de terminar campaña política, había quedado con una economía débil. Acudí al mayor porque en campaña él de manera generosa había quedado en contribuir a este ejercicio, pero esta ayuda no la había hecho efectiva. Así que pensé que este era el momento de actuar. La respuesta del mayor fue inmediata me dijo que sí, que enviaría un carro por mi, que me ayudaba a llegar por tierra. De esa manera viajé y entré por primera vez en mi vida a lo profundo del Cauca, pasé por Caloto, por Caldono, por muchas montañas y caminos con miedo eso sí les confieso, porque estaba entrando a una zona roja en conflicto permanente, un territorio históricamente disputado por varios grupos al margen de la ley. Me adentré en otra realidad, profundicé en el conocimiento del trabajo de Cristina, de sus logros, de sus aportes, casi todo desconocido por mi, pues 5 años atrás me había alejado de mis amigos de mis excompañeros y de Cristina. Ahí justo en ese momento nace mi compromiso con la familia de ella, con su gente, con el Movimiento de Mujeres Indígenas Nasa Hilando Pensamiento, con el CRIC, con sus sueños y los sueños de las mujeres del Cauca. De esta manera sus sueños se vuelven mis sueños, y mi compromiso llevar su voz y memoria de manera permanente.
Hoy luego de más de un año de su asesinato, su memoria sigue presente, las mujeres del Cauca más decididas que nunca a seguir construyendo, no han parado de tejer, no han parado de construir, no hemos dejado de luchar. Aunque la impunidad es imperante en este caso como en el caso de asesinatos de otros líderes y lideresas sociales, al igual que en casos de feminicidios, de asesinatos hacia menores de edad, de falsos positivos y de otros tipos de casos que engrosan la lista casi que innumerable, de los hechos atroces cometidos por el régimen de la política de la muerte. Hoy más que nunca creo que esta densa oscuridad en la que estamos sumergidos es porque estamos próximos a ver la luz, la cual abrirá el camino para que domine la política de la vida y así reivindiquemos las luchas de todos y todas quienes han puesto sus vidas para alcanzar el país que tanto soñamos.
Así pues en todas mis acciones sociales y políticas debo reconocer que están influenciadas directamente por el ejemplo de Cristina Bautista, por su lucha, por su entrega, por su tenacidad, por su memoria. Grande es mi amiga, y grande es el legado que dejas. Cristina Bautista las lideresas y líderes de nuestro país, seguiremos firmes, convencidos y convencidas de hacer lo que en uno de tus más importantes discursos enunciaste «Si nos quedamos callados nos matan, si hablamos también, entonces hablamos».
