Por: María José Pizarro
En Francia, en noviembre 2018, fuimos testigos del surgimiento de un movimiento de masas sin igual que demostró ante el mundo que los sin voz, los sin personería jurídica, los sin importancia, sí son los actores del cambio, sí son capaces de trasformar una realidad que los gobiernos y los medios han establecido como invariable e irreversible. Hablo de los Gilets Jaunes, los Chalecos Amarillos, un movimiento que es signo de cómo el poder popular soberano se opone al poder legitimado de las oligarquías.
La ola amarilla tuvo su origen en la indignación y resistencia al aumento del precio de la gasolina, por parte de personas del común, personas trabajadoras que ya no logran vivir de su quehacer y deciden por ello movilizarse. En cuestión de semanas, cada sábado, pasaron de una simple petición, la de acabar con el “impuesto carbón” y bajar el precio de la gasolina, a una situación insurreccional exigiendo la demisión del presidente Emmanuel Macron, y que se pusiera fin de la subasta en que se ofrecen los bienes comunes de la república a los intereses vampíricos de las oligarquías internacionales. Demostraron persistencia, continuidad y repetición en la orquestación de esa movilización sin precedente.
Con el objetivo de lograr un bloqueo nacional contra el aumento del precio de la gasolina, los chalecos amarillos fueron tomándose las rotondas, los cruces importantes de la red vial del país, haciendo pedagogía y entablando un diálogo con la ciudadanía sobre el porqué de su movilización y las peticiones planteadas al gobierno francés. Obteniendo como respuesta por parte de Macron y su gabinete solamente desdén, sordera y cinismo, el movimiento fue creciendo y las razones por las cuales ocupaban las calles y las carreteras fueron acumulándose. La indignación de unos pocos se volvió la cólera de millones.
En Francia también, los mandatarios y los medios de comunicaciones se empeñaron en estigmatizar, desvalorizar o ridiculizar la manifestación de descontento de los sectores más empobrecidos de la sociedad. El empoderamiento de la ciudadanía a dirigir su descontento hacia la irresponsabilidad gubernamental, a exigir a los gobernantes el fin de un régimen de desigualdad, de injusticia social, económica, ambiental, tributaria, y a exigir gobernanza y respecto de la primacía del interés general sobre los intereses particulares de unos privilegiados, hizo visible ante el mundo que el poder soberano de los pueblos en nuestras debilitadas democracias no se limita exclusivamente el ejercicio del voto electoral periódico. La república, opuesta a los regímenes aristocráticos y teocráticos, se erige hoy contra la plutocracia de los despojadores y acaparadores, y se manifiesta de manera multitudinaria en las calles del mundo.
Cuando los mandatarios no cumplen con sus responsabilidades, con el mandato popular que se les ha concedido, así como con el orden constitucional, es deber y derecho del pueblo soberano sacarlos de sus tronos. Pues es el pueblo el último guardián y garante de la Constitución, después de la ruptura del pacto social. Las carreteras, calles y plazas de Colombia son el sistema nervioso del país, y cada manifestación de descontento o de oposición, es una alarma que se enciende y que desencadena mecanismos de salvaguarda de la integridad y de la salud de la república y de la democracia.
En Colombia, debemos nutrirnos de las experiencias plebeyas globales, y la experiencia de los Chalecos Amarillos nos brinda un aprendizaje fundamental: es necesario que la indignación y la contestación callejera logren transformarse en fuerza política de cambio. Sólo así se podrá dar un vuelco a la crisis de representatividad. La confluencia de los sectores precarizados en las calles de Colombia desmiente a aquellos convencidos que en el país imperan la pasividad ciudadana, el aislamiento despolitizado y el fatalismo. La puesta en común y el reconocimiento mutuo de las mismas experiencias dolorosas crea en nosotres un profundo sentimiento de pertenencia a una comunidad social y política de subalternes. La irrupción de la protesta masiva y la apropiación social del espacio público en las calles cambió ya esa aplastante pesantez de la dominación.
La acción en conjunto de las multitudes y el intercambio entre iguales, fortalecen los lazos colaborativos y forja la experiencia de una poderosa comunidad de afectos y senibilidades. Lo que nos unirá es el programa dialogado: punto a punto, día tras días. Cada uno y cada una puede y debe encontrar en él sus aspiraciones y soluciones a los retos que enfrentamos como sociedad. La movilización es inapropiable, dada su amplitud y su diversidad. Nada ni nadie se sustituye a la propia organización del pueblo, que ha expresado su rechazo a las estructuras piramidales, al autonombramiento de voceros y representantes, y a las negociaciones tras bambalinas entre partes ajenas al interés general. Aquí y ahora, se trata de diálogo, de acuerdos y de unidad.
La minga de fuerzas movilizadas en estas últimas semanas en Colombia, es el reflejo de la pluralidad y la diversidad de todes les que hemos sufrido la dominación y la violencia de la oligarquía en este país. Autónoma, imprescindible y poderosa, la actual movilización, codo a codo, por la vida y en contra de las políticas de muerte, junto con los debates y las iniciativas que ella ha generado, son el fundamento de esta alianza histórica entre las fuerzas progresistas y democráticas del pueblo colombiano. Atrevámonos a soñar en grande: asambleas en los barrios y las veredas de Colombia, compartiendo ideas, creando y deliberando acerca de soluciones y comunicando por todos lo canales que están a nuestra disposición. Soñémonos un gobierno popular desde abajo. Nuestra guía es la pedagogía de la esperanza, y nuestro campo de acción los talleres de la utopía. Pues al igual que todos los pueblos indignados del mundo, seremos nosotros quienes decidamos sobre nuestro propio destino. Francia, aquí también somos todes chalecos amarillos, azules y rojos.
Muchas gracias señora Maria José. Es un excelente abrir de ojos. Espero muchos léan sus acertadas columnas.
La MINGA nos trajo, un elevado contagio de DIGNIDAD!
La unión hace la fuerza y la resistencia más si Francia tienes los Chalecos amarillos nosotros debemos organizar los CHALECOS AMARILLO AZUL Y ROJO unidos seremos un solo corazón Colombiano.
Dejemos que Falsardo (NiUribistaNiAntiuribista), Marrullanda (SinExclusionesPeroSinPetro) y, AnguelusMayRoBle (Matriarcal), hagan el Oso en 1ªVta, Què los Alternativos, Independientes, Progresistas, Socialdemócratas, las izquierdas Moderadas, vamos con Petro y con las Movilizaciones del 21DeNov.2019, 09y10DeSep.2020, 21y22DeOct.2020 y Las Mingas,de las Calles, Parques, carreteras plazas, barrios y veredas de Colombia somos más de 17 millones y Triunfaremos en el 2022, con GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO PRESIDENTE Y MARÍA JOSE PIZARRO VICEPRESIDENTA POR UNA COLOMBIA HUMANA Y MAS DIGNA…, CIERTO AMIGUES DE ESTE TAN DEMOCRÁTICO FORO ¿
PERO NOS QUEDA EL GRAN CONSUELO DE SABER QUE…,Afortunadamente YA El 86% del País Electoral Colombiano, No. le cree pero es NADA, Ni al Títere al CD, (Léase Extremo Demoníaco), Ni. Mucho Menos a su Fundador AUV, Alias «MATARIFE, genocida el Innombrable», quien es calificado en los Estrados Judiciales Internacionales como, «El Eterno Aspirante a Sátrapa»,hoy un simple Exsenador y Expresidario, que sabe que su régimen caerá en el 2022, como èl mismo lo pronostico…, cierto mis queridos amigues y apreciados compañeros de este DEMOCRÁTICO FORO?
ANTE ESTA TAN GRAVE DENUNCIA, TAN SOLO TODOS DEBEMOS DE EXCLAMAR…,“Colombianos solo tenemos como, “ÚNICA y, MAYOR ESPERANZA”, para nuestras Presentes y Futuras Generaciones”….,UNIRNOS TODOS LOS: Alternativos, Independientes, Cocientes e Intelectuales, y ese 80% de nuestra juventud actual que Espontanea y Pacíficamente salió a reclamar, a rechazar, a exigir y a protestar, marchando y caminando por todas , «LAS CALLES Y AVENIDAS DE LAS PRINCIPALES CIUDADES DEL PAIS, el Glorioso, Victorioso e Inolvidable Dia21DeVov.De2019, con todas las, IZQUIERDAS MODERADAS, y así ELEGIR, al Gran Progresista, Socialdemócrata y Exguerrillero, “GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO PRESIDENTE EN 1ªVUELTA,Con La Mejor Exalcaldesa, CLAUDIA NAYIBE LOPEZ HERNANDEZ VICEPRESIDENTA POR UNA COLOMBIA MAS HUMANA Y MAS DIGNA 2022-2026», cierto que esto lo tenemos claro mis amigues y demás compañeros de este tan DEMOCRÁTICO FORO ?
Bien mi querida María José Pizarro.
El esbozo de una realidad insostenible que vivimos los colombianos de bien, los de a pie, aunque algunos tengan carro, los colombianos de a pie somos los que a diario un gobierno dictatorial y mezquino, tramposo, permeado, o mejor, enlodado de narcotráfico hasta el cuello. Nos atropella y asesina.
Como tu dices con inteligente y acierto, nosotros, los de chalecos, amarillos, azules y rojos, cambiaremos el rumbo de la patria.
Le quitaremos la víctima que despellejan y desgarran como hiena hambrientas los corruptos y sus ejércitos clandestinos, acudiendo a las calles pacífica y multitudinariamente. Para que el cochino títere e inepto que hay en el antro de Nariño, entienda que no estamos en tiempos feudales, donde se vendían los acres de tierra arrendados, sus arrendatarios y sus familias como cosas inertes, violando toda su dignidad humana.
El señor de la cochera, el que cree que desde su pocilga puede hacer lo que se le antoje, tiene que entender que fue elegido con los votos de los Colombianos, y que no es un rey, ni un señor feudal, ni puede convertir la patria en su finca y la de su criminal amo.
Nosotros los que votamos por Gustavo Petro, a quien él como cabeza visible de un movimiento tramposo y criminal, le robó las presidencia con los votos que generaron los dineros sucios del narcotráfico, y otros socios de su organización criminal, estamos en capacidad de salir a las calles pascficamente en millones para que comprenda que tiene que respetar la constitución y las leyes, a todos los ciudadanos de esta patria violada y mancillada por el y sus secuaces. Y que también podemos rebocar su oscuro mandato.
Luego en las urnas, mientras no metan las narices los dueños del maldito polvo blanco y turbio, asesino de millones en el mundo, le ganaremos a sus castas asesinas, y criminales las elecciones limpiamente.
Que no se crea Duque, que el país se va a aguantar más el asesinato de líderes sociales, de defensores de derechos humanos, de militantes de partidos diferentes al suyo, de más masacres, porque su centro » democrático» no es más que una banda de corruptos y asesinos.