El pasado martes 6 de octubre, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a 6 años de prisión por el delito de administración fraudulenta durante los 12 años que gobernaron ella y su difunto marido, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2015).
La sentencia además inhabilita a la exmandataria a ocupar cargos públicos de por vida.
Tras conocer el veredicto del tribunal, Fernández de Kirchner dijo no se lanzará a ningún cargo público en el futuro próximo y tachó al poder judicial como una “mafia”.
Si bien la Fiscalía había acusado a la vicepresidenta de haber encabezado una asociación ilícita para direccionar, junto a otros funcionarios, contratos millonarios de obras viales que, según la querella, quedaron incompletas, tenían sobreprecio e incluso eran innecesarias, el tribunal no le indilgó ningún delito al no encontrarla culpable.
De momento, Fernández de Kirchner no irá a prisión por estar protegida por fuero. Por ahora, según señala CNN, el primer paso es esperar hasta el 9 de marzo de 2023, que es cuando el tribunal va a dar los fundamentos de la sentencia, tanto los fundamentos para haber decidido la condena por la defraudación fraudulenta, como para absorberla de la asociación ilícita.