Por: AFP
Una nueva obra que parece pintada por el misterioso artista urbano británico Banksy fue descubierta este viernes cerca del parque de Londres donde los ecologistas de la organización Extinction Rebellion acamparon durante una semana y media de protestas.
Es el dibujo de un niño en cuclillas que en la mano derecha sostiene el símbolo de Extinction Rebellion, junto a una pala y un montículo de tierra donde parece haber plantado un pequeño árbol.
A su lado, un mensaje escrito en mayúsculas blancas afirma: “A partir ahora la desesperación termina y empiezan las tácticas”.
La obra fue descubierta por la mañana en Marble Arch, uno de los cruces de tráfico más transitados del centro de Londres, situado en el extremo norte de Hyde Park.
La cuenta Instagram de Banksy, su forma habitual de comunicación, no recogía aún la pieza, pero según varios expertos sus características y calidad hacen pensar que sólo puede ser de este artista, cuya identidad solamente conocen un puñado de personas en el mundo.
El marchante de arte Andrew Tetley, que ha vendido varias obras de Banksy, aseguró al diario londinense Evening Standard: “Es virtualmente una certeza que es suya”.
“No se ha confirmado obviamente todavía que sea de Banksy, pero claramente provoca mucha excitación”, dijo a la AFP Lindsey Solomons, de 53 años, aficionada al arte callejero que admiraba la obra.
“Creo que el mensaje habla por sí solo, que si no hacemos algo por el planeta claramente vamos a llegar a un punto desesperado, y él lo capta muy bien”, agregó.
Durante once días consecutivos, los activistas de Extinction Rebellion irrumpieron en diferentes puntos de Londres con protestas festivas que perturbaron gravemente el tráfico para denunciar la falta de acción contra el cambio climático.
La movilización, que terminó el jueves, dio lugar a 1.130 detenciones y 69 personas fueron imputadas principalmente por obstruir la vía pública y resistirse a la acción policial.
Banksy causó sensación en octubre cuando uno de sus cuadros comenzó a autotriturarse justo después de haber sido subastado por 1,4 millones de dólares (1,2 millones de euros).
El artista, cuyas obras siempre tienen un contenido político o social, ha tratado en el pasado cuestiones como la inmigración y los refugiados, la causa palestina y el movimiento de los “chalecos amarillos” en Francia.