Con el fin de superar las situaciones críticas que enfrenta Viva Air, la Superintendencia de Transporte tomó el control de la aerolínea y solicitó a la Superintendencia de Sociedades que permita que esta compañía entre en un proceso de reorganización empresarial, lo que le permitiría congelar las deudas pasadas para buscar evitar la quiebra.
La resolución emitida por la Superintendencia de Transporte establece un plazo de dos días para presentar un plan de recuperación y mantenimiento. Además, la empresa tendrá que restablecer su sede administrativa antes del jueves y definir el estado de las reservas de los pasajeros. Las deudas contraídas por la venta anticipada de tiquetes o cuponeras deberán preservarse hasta que se superen la supuesta crisis financiera.
“Lo primero que necesitamos es que los directivos pongan la cara y digan que van a hacer con todos estos usuarios”, sentenció el ministro de transporte, Guillermo Reyes.
El funcionario explicó también que el “sometimiento a control no tiene una naturaleza sancionatoria, pero sí impone fuertes limitaciones a la empresa, pues a partir de dicha medida debe pedir autorización previa de las reformas estatutarias que deseen realizarse; se les prohíbe a los administradores y empleados la constitución de garantías que recaigan sobre bienes propios de la sociedad, enajenaciones de bienes u operaciones que no correspondan al giro ordinario de los negocios sin autorización previa de la Superintendencia, y se puede ordenar la remoción de administradores, entre otros”.
La decisión estatal se da como respaldo a los Miles de usuarios que se han visto afectados con la decisión de cese de operaciones por parte de Viva Air. Ahora queda en sus manos el ultimátum sobre la integración entre Viva y Avianca