La Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) rechazó la solicitud de retiro voluntario presentada por la EPS Sura el pasado 28 de mayo, tras determinar que su salida representaría un alto riesgo para el sistema de salud colombiano. Con más de 5,2 millones de afiliados en todo el país, la EPS argumentó que enfrenta una grave crisis financiera que dificulta la prestación adecuada de servicios. Sin embargo, la Supersalud concluyó que no existen mecanismos adecuados para garantizar la atención de estos usuarios en otras entidades prestadoras de salud.
A pesar de que Sura cumplió con los requisitos establecidos en el Decreto 780 de 2016, el análisis técnico y financiero realizado por la Supersalud evidenció que autorizar el retiro generaría una desestabilización significativa en la red de aseguramiento en salud. Según el ente regulador, ninguna otra EPS tiene la capacidad de absorber un volumen tan alto de usuarios, lo que pondría en peligro la calidad y continuidad de la atención médica en el país.
La situación de Sura no es aislada. La EPS Compensar también solicitó su retiro voluntario en abril de 2024, citando razones similares relacionadas con la crisis financiera que afecta a varias entidades del sistema de seguridad social en salud.
Sura reporta una deuda acumulada de $25 billones de pesos, de los cuales $12,3 billones corresponden a cuentas por pagar a clínicas y hospitales, según datos de la Asociación Colombiana de Clínicas y Hospitales (ACHC). A pesar de sus dificultades económicas, la EPS continúa brindando sus servicios y ha manifestado su disposición a participar en mesas técnicas propuestas por la Supersalud para buscar soluciones sostenibles.
En lugar de autorizar el retiro, la Supersalud implementará un plan de acción conjunto con Sura, que incluye mesas técnicas para garantizar la continuidad de los servicios de salud y fortalecer la atención a los usuarios. Asimismo, se establecerá un seguimiento permanente al cumplimiento de los compromisos adquiridos.
La decisión también reaviva el debate sobre el modelo de aseguramiento en salud en Colombia, que enfrenta críticas por su sostenibilidad y las reformas propuestas por el gobierno actual.