Un giro dio la investigación de la posible violación de la niña indígena por soldados del ejército. En la diligencia, los uniformados aceptaron que mintieron ante la Fiscalía por orden de un superior.
Soldados dicen que les dieron la orden de mentir en caso de violación de niña Embera, diciendo que ellos estaban alrededor del colegio y que se movían constantemente, pero no era así, los soldados llevaban 10 días acampando y dentro del colegio, donde pudo estar retenida la menor.
No dije toda la verdad (…) Estaba al mando de mi sargento viceprimero Díaz. Mi primero nos dijo que decir: que nos movíamos todos los días”
Para la Procuraduría ellos son responsables de vulnerar los principios de la función administrativa, la buena fe, moralidad, responsabilidad y transparencia, afectando el deber funcional que está atribuido a la Fuerza Pública.