Se trata de la exdiputada Yenny Rozo Zambrano, uribista de pura cepa e hija del exalcalde de Mosquera, Álvaro Rozo Castellanos, famosos por sus “maniobras ilegales” para crear una zona franca que favoreció a los hijos del expresidente Uribe.
Luego de que la Corte Suprema de Justicia notificará al Senado de la República la medida de aseguramiento contra Álvaro Uribe Vélez, se conoció el nombre de quien estaría detrás de la curul del expresidente en el Congreso, mientras avanza el proceso en su contra que lo llevó prisión domiciliaria.
Todo indica que la exdiputada de la Asamblea de Cundinamarca y defensora acérrima del Uribe, Yenny Rozo Zambrano, sería la sucesora del expresidente en el Senado, por ser quién sigue en la lista de candidatos al Senado del Centro Democrático en el 2018.
Jamás pensé q tendría q ver esto, cuanta infamia, injusticia.
Entre más nos quieran partir el alma, más nos la fortalecerán.
Presidente creo en usted y estamos hasta el final. https://t.co/YHrxMmP6JR
— Yenny Rozo Zambrano (@YennyRozoZam) August 12, 2020
Esta joven política del Centro Democrático que se quemó en las elecciones legislativas de 2018, llega al Congreso de la República en medio de los escándalos políticos y líos judiciales que persiguen a su familia en el departamento de Cundinamarca.
Rozo es hija del dos veces alcalde de Mosquera Álvaro Rozo Castellanos, un constructor que ha sido investigado por la Fiscalía por presunta celebración indebida de contratos en la compra de predios para construir un colegio.
Pero en especial, su nombre saltó a la opinión pública por el escándalo, denunciado por el periodista Daniel Coronel, que rodea a los hijos del expresidente Uribe y sus negocios millonarios en una Zona Franca en el municipio de Mosquera.
Al parecer, Rozo en su segundo periodo en la Alcaldía de Mosquera impulsó la transformación del uso suelo, para promover una zona franca de la que se favorecieron los hijos del expresidente Álvaro Uribe.
De acuerdo con la investigación periodística, Tomas y Jerónimo Uribe compraron dos lotes de carácter rural que dos años más tarde se convertirían en terrenos industriales, y que después venderían en una jugosa suma de dinero.
Los terrenos rurales de propiedad de los hijos de Uribe pasaron de una valorización de 33 millones a tres mil millones de pesos, lo que sería una ganancia del 9090%.