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Por Por Pedro Luis Geney
“Soy una fábrica de humo
Mano de obra campesina para tu consumo
Frente de frío en el medio del verano
El amor en los tiempos del cólera, mi hermano.” Calle 13
Las movilizaciones con ocasión del Paro Nacional Indefinido en Colombia no se han hecho esperar en el Departamento de Sucre, han sido movilizaciones apoteósicas que han trascendido a lo histórico.
En 9 días de paro, 5 movilizaciones, plantones, cacerolazos y el voz a voz del inconformismo marcan la pauta del futuro que se empezó a gestar el 21 de noviembre de 2019, cuándo desde cuatro puntos salieron miles y miles de personas a protestar, la huelga estuvo originalmente convocada por las centrales obreras, pero se convirtió en una protesta en contra de las reformas de pensiones, laboral y educativa y favor del acuerdo de paz firmado con las FARC
El 5 de mayo se contaban por miles los jóvenes que salieron desde los barrios de la periferia, la Universidad de Sucre y las universidades privadas, formaron un bloque humano capaz de llenar de esperanzas un departamento que vive en el letargo y la eterna espera del puesto público, desde Sincé, Betulia, Corozal y Morroa se apostaron cual primera línea esos rostros de dignidad esperando el todo y la nada, plantando cara al desgobierno nacional y al departamental, se leían pancartas que decían “Se metieron con la generación equivocada” “No a la tasa de seguridad” “se ve que matar no es pecado cuando el asesino es el estado” al mismo tiempo en Ovejas y San Onofre, esto debemos dimensionarlo en el contexto particular de estas poblaciones históricamente azotadas por la guerra y el abandono del estado, con un conflicto aún vigente, allí la juventud venciendo el miedo también arengaba.
¿Por qué marchan?
La gente está marchando por que está cansada del abandono, de la desidia, de la falta de oportunidades, por la desconexión de los mandatarios con la ciudadanía, por el abuso de poder y la tiranía.
Sin importar posibles contagios por la Covid- 19 toda esa gente marchó y de seguro los poderosos temblaron, tanto que el Gobernador de Sucre Héctor Olimpo Espinosa salió afanosamente a decretar toque de queda, acto cobarde y miserable cuando no ha sido capaz de decretar un confinamiento por la difícil situación sanitaria que se vive en el departamento, les dio tanto miedo que se escudan en la fuerza de la Policía y el Ejército y ordenan el encierro, eso nos demuestra que unidos somos más fuertes, que los jóvenes si pueden cambiar ésta realidad, que los mandatarios ya no son intocables y que el miedo no existe.
Destruyeron el peaje y salieron todos a rechazar el acto vandálico (no digo que no lo sea) pero cuando matan a un joven en un barrio pobre de la ciudad nadie dice nada, cuándo muere la gente en los hospitales en vez de investigar y tomar cartas en el asunto quieren privatizar, cuando han ocurrido las masacres le buscan la quinta pata al gato y nos venden una tasa de seguridad que no queremos, no necesitamos y para el colmo de los males saciandose en su ego no han querido explicar.
Les falta empatía, vivir la realidad, ser gente, les falda humanidad, por eso y más la movilización debe continuar, nada ni nadie debe detener la alegría, la esperanza y la lucha, los Diputados de Sucre, alcaldes y gobernador deben entender que la marcha fue contra ellos también, que la juventud busca posicionar los temas que nos aquejan y que la movilización social les va a ganar el pulso, está más que claro.
A esos jóvenes que marcharon por primera vez en su vida, a esos pelaos de los barrios del sur, de la zona norte, a los privilegiados debemos decirles Gracias, esto también es con ustedes.
Apasionado, vandalo, guerrillero, incendiario, mamerto y hasta petrista me llamarán cuando esto circule, eso y todo lo que quieran ya decia Calle 13 “El que no quiere a su patria, no quiere a su madre
Soy América Latina
Un pueblo sin piernas, pero que camina”