Por primera vez en seis años, se registra una disminución significativa en los índices de deforestación en Colombia, según reveló la ministra de Ambiente, Sussana Muhammad. En el arco deforestación amazónico que abarca las regiones de Meta, Caquetá y Guaviare, se logró una sólida contención que redujo la cifra total entre el año 2021 y el año 2022 en un rango del 15% al 25%. En particular, Guaviare experimentó una reducción del 35%, Caquetá del 31% y Meta del 25%.
Una de las estrategias clave en este logro fue el énfasis en el diálogo directo con las comunidades, con el objetivo de construir alternativas de vida y evitar la judicialización de campesinos involucrados en la tala de árboles. Esto llevó a un acuerdo entre el Estado y las comunidades, donde estas últimas se comprometieron a conservar y producir de manera sostenible, mientras que el Estado se comprometió a brindarles apoyo técnico. Esta iniciativa se conoce como “economía de la biodiversidad”, que busca generar una economía que proteja en lugar de destruir los bosques. El pago por servicios ambientales es una de las medidas implementadas dentro de esta estrategia, aunque la ministra enfatizó que se busca desarrollar capacidades económicas a largo plazo para garantizar la sostenibilidad.
Durante los últimos nueve meses, la lucha contra la deforestación se ha centrado en la Amazonía, que desde 2017 ha representado más del 60% de la deforestación en Colombia, especialmente en las regiones de Caquetá, Guaviare y Meta. Además de los acuerdos sociales mencionados anteriormente, se ha buscado incluir a estos grupos en los diálogos para alcanzar la paz total en la región.
Es importante destacar que gracias a estos acuerdos sociales, los campesinos involucrados en la lucha contra la deforestación reciben un subsidio trimestral de 926,000 pesos, el cual está dirigido a las familias más vulnerables.
A pesar de esta reducción significativa, se observa un aumento preocupante en la deforestación en el territorio de Putumayo, según advirtió la ministra. Por esta razón, es fundamental continuar con un trabajo conjunto entre el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Justicia. Esto permitirá no solo acceder a la inteligencia necesaria, sino también fortalecer la capacidad de captura, enfocándose en los grandes terratenientes que obtienen tierras a través de la deforestación y no en los pequeños campesinos que ven en esta labor una oportunidad de subsistencia.