Por Alejandra Peña
En el nuevo informe, las presuntas ejecuciones extrajudiciales realizadas entre 2003 y 2008 dejaron cerca de 300 víctimas.
Este fin de semana la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) reveló un nuevo informe en el que aparecen nuevas presuntas ejecuciones extrajudiciales cometidas entre 2003 y 2008 por tropas de la Primera División del Ejército en los que habrían al menos 300 víctimas de estos crímenes.
Según la investigación, los falsos positivos harían parte de los pueblos indígenas Wiwa, Wayúu y Kankumano, asimismo, pobladores campesinos y habitantes de la calle harían parte de este impresionante número.
El colectivo de José Alvear Restrepo de la JEP acusan a los coroneles Juan Pablo Rodríguez Barragán y Néstor Raúl Espitia Rivero por documentar 33 hechos con 45 víctimas.
Entre diciembre de 2004 y junio de 2006 en comandancia de Hernán Giraldo y Nicacio de Jesús Martínez, actual comandante del Ejército, se documentaron 22 hechos con 58 víctimas correspondientes a ejecuciones extrajudiciales.
En la última fecha que data entre julio y diciembre de 2006 se reconstruyeron 54 eventos correspondientes a 90 víctimas mortales a cargo de los coroneles Fabricio Cabrera Ortiz y Degly Pava Felmand.
Este nuevo informe relacionado con muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate, más conocido como ‘falsos positivos’, analiza patrones evidenciados con los perfiles de las víctimas, el papel de los reclutadores en las ejecuciones, la relación entre la fuerza pública y grupos paramilitares y los mecanismos de encubrimientos por agentes del Estado.