por AFP
Miles de venezolanos que huyen de la crisis en su país están “atrapados” en un “conflicto brutal” en una convulsa y violenta región cocalera del noreste de Colombia donde grupos armados se disputan el territorio, advirtió este jueves Human Rights Watch (HRW).
“Los venezolanos en el Catatumbo están atrapados en una encrucijada entre la guerra en Colombia y la desesperación por salir de la emergencia humanitaria en su país”, dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, citado en un comunicado divulgado en Bogotá.
En total habría unos 25.000 venezolanos en el Catatumbo, una región dentro del departamento de Norte de Santander, según cálculos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) mencionados por la ONG.
Con 33.598 hectáreas, esta región se convirtió en 2018 en la segunda con más narcocultivos de Colombia, el principal productor mundial de cocaína.
Por su ubicación estratégica para sacar drogas y sus narcocultivos, el territorio es disputado por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de grupos insurgentes como el EPL y las FARC, y narcotraficantes.
“Mientras los grupos armados se disputan el vacío que dejaron las FARC en el Catatumbo, cientos de civiles han quedado en el medio de un conflicto brutal”, agregó Vivanco.
Los migrantes llegan a la región por el precario control de los pasos fronterizos, vigilados mayoritariamente por grupos ilegales, y ante “la posibilidad de acceder a trabajos mejor pagos” que en Venezuela, según la investigación.
Asentados mayoritariamente en áreas urbanas como Tibú, Ocaña, El Tarra, Ábrego, Convención y Sardinata, los venezolanos viven en condiciones “precarias”, algunos “duermen en las calles” o hacinados en residencias humildes, “a veces sin electricidad ni agua potable”, denuncia HRW.
“Los venezolanos (…) no denuncian porque están en una situación de irregularidad y porque están involucrados en actividades ilícitas”, entre ellas trabajar en narcocultivos, aseguró más tarde Vivanco en rueda de prensa.
Con 1,4 millones de venezolanos, Colombia es el principal receptor de migrantes que huyen de la profunda crisis política y económica en Venezuela. Desde 2016 han salido 3,3 millones de personas del país petrolero, según la ONU.
– Violencia en aumento -El documento “La guerra en el Catatumbo: Abusos de grupos armados contra civiles colombianos y venezolanos en el noreste de Colombia” advierte de casos de asesinatos, desapariciones, violencia sexual, reclutamiento de niños y desplazamiento forzado.
La ONG alerta sobre el riesgo que corren los civiles por un aumento de “la violencia y los abusos” desde que las FARC se desarmaron y se transformaron en partido tras firmar la paz en 2016.
El año pasado en el Catatumbo fueron asesinadas 231 personas, aproximadamente tres veces la tasa nacional y más del doble de los homicidios cometidos en 2015, cuando las FARC acordaron un cese al fuego unilateral como parte de las negociaciones con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
Entre enero y junio, 114 personas fueron asesinadas según datos oficiales preliminares.
Además, más de 40.000 personas han sido desplazadas desde 2017, la mayoría durante 2018, por abusos de los grupos armados, amenazas por negarse a unirse a sus filas o señalamientos de colaborar con otros actores armados.
El gobierno de Iván Duque, que asumió hace un año, envió en octubre un refuerzo de 5.600 militares al Catatumbo, pero HRW señala que hay denuncias de “comportamientos abusivos por parte de la fuerza pública”.
Vivanco pidió al gobierno tomar medidas “más integrales para proteger y defender los derechos de los campesinos y venezolanos que viven allí”.
Aunque aliviada por el acuerdo con las FARC, Colombia vive un conflicto armado que en más de medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, narcos y agentes estatales, dejando más de ocho millones de víctimas.