Más de 320,000 personas han cruzado esta frontera natural, marcando un récord en cifras de migración. Samira Gozaine, directora de la oficina migratoria de Panamá, señaló a los organismos internacionales como responsables de esta avalancha migratoria.Gozaine expresó que estas entidades globales involucradas en temas migratorios y de derechos humanos están perdiendo la perspectiva de los derechos humanos al comparar su accionar con situaciones extremas en Colombia.
En una entrevista para Blu Radio, Luis Eguiluz, líder de la misión de Médicos Sin Fronteras en Colombia, proporcionó información detallada sobre la crítica situación en esta región.
“Efectivamente, estamos enfrentando una crisis humanitaria real. Estamos viendo un aumento en el flujo de migrantes. La situación es complicada porque estamos sobrepasados”, mencionó Eguiluz.
Por su parte, José Lobo, coordinador de terreno en el Darién panameño de Médicos Sin Fronteras, compartió que las organizaciones humanitarias están abrumadas por el aumento de personas que llegan diariamente. En los últimos tiempos, se han registrado días con hasta 3,000 migrantes en un solo punto.
La mayoría de los migrantes que pasan por esta zona presentan problemas de salud, desde heridas en los pies debido a las largas caminatas en terrenos pantanosos hasta dolores intensos en las extremidades. En su camino, también enfrentan enfermedades digestivas como diarreas por consumir agua de los ríos, y problemas de salud mental, incluyendo ansiedad y depresión.
La situación se agrava por estigmatización, segregación y falta de oportunidades laborales, educativas y de salud. Nancy Guerrero Castillo, integrante del colectivo médico-humanitario, explicó que las personas en movimiento, particularmente las víctimas de desplazamiento, son extremadamente vulnerables y se vuelven prioridad para las organizaciones.