jueves, octubre 3

Medellín se vistió de jardín con un vibrante Desfile de Silleteros

Unos 550 campesinos convirtieron este domingo a Medellín en un colorido jardín al cargar en sus espaldas enormes arreglos florales durante la edición 62 del Desfile de Silleteros que cerró ante la mirada de 800.000 espectadores la Feria de las Flores.

Luego de pasar los últimos días elaborando con flores delicadas piezas, los artesanos exhibieron sus creaciones para tapizar las calles de la urbe colombiana en un recorrido de dos kilómetros al ritmo de los aplausos y del canto de “vuelta, vuelta” que en cada tramó soltó la multitud.

“Este desfile es el corazón y el alma de la feria”, dijo a Efe la secretaria de cultura de Medellín, Lina Botero, y agregó que quienes viven esta celebración identifican “la importancia que tiene para la cultura antioqueña y la tradición campesina”.

El desfile lo abrió Juan Ernesto Ortiz Grajales, de la aldea El Placer, como ganador absoluto del concurso con su silleta en categoría Monumental y con 130 variedades de flores, la mayoría en tonalidades rojas.

“Desde que la estaba elaborando, en mi corazón tenía un presentimiento. Llevo 28 años desfilando y esta es la primera vez que gano”, declaró Ortiz a periodistas tras imponerse.

Junto a él también brillaron los silleteros ganadores Alirio Zapata en la categoría Emblemática, Hernán Atehortúa en Artística, John Jairo Grajales en Tradicional, Carlos Atehortúa en Comercial, María Isabel Hincapié en Junior y Simón Zapata en Infantil.

Entre las temáticas que tomaron vida en las silletas destacó los homenajes al colombiano Egan Bernal, reciente campeón de Tour de Francia, además de la exaltación de los valores y la educación, el cuidado del medio ambiente, la tradición silletera y los llamados a respetar la vida y la diversidad.

“Él (Egan) merecía este reconocimiento por lo que hizo por el país”, sostuvo Hernán Atehortúa sobre ese arreglo que causó sensación entre el público con un coro de “esa es, esa es”.

Como una apuesta por preservar la tradición, concentrada en las fincas del caserío de Santa Elena, en esta edición los organizadores ampliaron a 80 el número de niños silleteros que participan en el majestuoso desfile, amenizado con comparsas musicales y el sobrevuelo de helicópteros.

Juan Daniel Hincapié, de 7 años, hizo parte de ese grupo de silleteritos que recorrió las calles de la ciudad cargando un símbolo de su región y un legado que espera conservar.

“Me gustan las silletas porque contienen flores y las flores son muy lindas. La hice en familia para participar en mi primer desfile”, expresó a Efe Juan Daniel, que plasmó en su arregló el mensaje “un niño que lee libros será un adulto que piensa”.

En una maratoniana jornada que inició con la noche silletera en Santa Elena, donde dieron hasta la madrugada los últimos toques a sus arreglos hechos con las flores que han cultivado durante todo el año en sus fincas, los silleteros bajaron el telón de la Feria de las Flores entre sonrisas, color y la euforia de las miles de personas que se agolparon por la avenida del río para divisar obras de arte.

La feria culminó con un “balance positivo” y después de tener por diez días escenarios llenos presenciando actividades culturales de todo tipo, la mayoría para rendirle tributo a las raíces de esta región.

“En muchos países encontramos ciclistas, futbolistas, pero silleteros solamente acá”, apostilló Diana Grajales, quien lleva 22 años participando en el desfile y cargó un arreglo con la frase “no más feminicidios”.

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